El congresista republicano George Santos se entrega a la justicia tras ser acusado de fraude

El polémico congresista republicano George Santos se ha entregado este miércoles a las autoridades después de haber sido acusado por la Justicia de Estados Unidos por un total de 13 cargos: siete de fraude electrónico, tres de blanqueo de dinero, dos por hacer declaraciones falsas en la Cámara de Representantes y un cargo de robo de fondos públicos.

El político conservador se ha dirigido al tribunal federal de Long Island, donde se encuentra detenido. Santos, quien ganó su elección en Nueva York, es conocido por haber mentido de forma extendida sobre su currículum. A pesar de haber admitido esas malas prácticas, hasta ahora ha rechazado dimitir. Aún así, los demócratas e incluso algunos de sus compañeros de partido están pidiendo su cabeza. Durante los últimos años, ya se había acusado a Santos de comportamiento criminal durante la campaña electoral y de deshonestidad personal.

Según la Fiscalía, los cargos presentados este martes son el resultado de "maniobras fraudulentas y tergiversaciones descaradas" diseñadas para enriquecer al republicano, engañar a los donantes y conseguir un escaño en el Congreso como representante del distrito de Queens, en Nueva York. La Justicia señala que, a través de ese esquema fraudulento, Santos habría usado el dinero recaudado para el pago de deudas personales y para gastos personales como la compra de productos de diseño.

Santos es un mentiroso compulsivo. Dijo que había ganado 750.000 dólares de su empresa y que había recibido hasta cinco millones de dólares en dividendos. Dijo que sus abuelos eran judíos que huyeron de Ucrania a Bélgica y que sobrevivieron al Holocausto. Dijo que su madre se encontraba en "su despacho" en las Torres Gemelas durante el 11-S y que también sobrevivió. Nada de ello es cierto.