Guerra en Ucrania

El fichaje estrella de Pablo Iglesias para sus medios, acusada de falsear noticias cuando trabajaba en la televisión rusa

Inna Afinogenova, la antigua estrella del canal de Putin en español | Perfil

Pódcast: Marc Marginedas explica la denuncia contra Inna Afinogenova

Inna Afinogenova fue subdirectora de la web en español de RT, canal gubernamental ruso señalado como difusor de graves bulos a favor de Putin

Inna Afinogenova

Inna Afinogenova

Marc Marginedas

Marc Marginedas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Max Golovánov, antiguo productor del canal gubernamental ruso RT, ha denunciado a EL PERIÓDICO que Inna Afinogenova, exsubdirectora de la página web en español de dicha cadena y en la actualidad cercana colaboradora de Pablo Iglesias en sus medios de comunicación en España, falseaba noticias en favor del Kremlin mientras trabajaba para esa televisión. RT, antigua Russia Today, señalada en multitud de investigaciones por haber aireado noticias falsas, fue vetada en la UE por la Comisión Europea en el arranque de la invasión rusa de Ucrania, alegando que constituía un "instrumento de desinformación" de Moscú para azuzar la agresión militar. La dirección del canal internacional del Kremlin ha establecido un régimen de sanciones para los exempleados que revelen detalles de su funcionamiento interno.

"En mi presencia, Inna violó la ética periodística, ordenando publicar material falso deliberadamente, contribuyendo al belicismo y a la propaganda de la violencia en Rusia", sostiene Golovánov en una carta de su puño y letra. Contactada por EL PERIÓDICO, la comunicadora rechazó responder a las acusaciones concretas que se le planteaban, aseguró no recordar conversaciones que pudo haber tenido "hace años en un pasillo" y alegó que "gran parte" de los hechos sucedieron antes de ocupara el cargo de subdirectora de la web de RT.

El exempleado Golovánov, que trabajó en RT entre 2009 y 2013, año en que dimitió tras comprobar "hacia dónde iba todo", cita una noticia del 24 de diciembre de 2012 titulada 'Los rebeldes sirios usaron presuntamente armas químicas contra el Ejército'. "Recibimos una versión alternativa que no procedía ni del Kremlin ni del régimen de Asad (aliado de Moscú) e Inna dio la orden de ignorar estas informaciones y solo citar fuentes oficiales rusas; le dije que estábamos publicando una mentira", escribe.

En 2019, un estudio del Global Public Policy Institute identificó 336 ataques con armas químicas durante la guerra en Siria, atribuyendo el 98% al régimen sirio y solo un 2% a Estado Islámico. La proclamación del denominado Estado Islámico de Irak y el Levante en Siria, grupo extremista que posteriormente pasó a llamarse Estado Islámico a secas, se produjo a mediados de 2013, meses después de difundirse la noticia.

El segundo ejemplo del "comportamiento no ético" de Inna que constata Golovánov se remonta al 15 de abril de 2011. Bajo el título "Silvio y yo estamos más cerca que nunca", la web de RT difundió una entrevista con Raísa Skorkina, quien aseguraba ser la amante rusa del exprimer ministro italiano Silvio Bersluconi. "Estábamos haciendo el doblaje de la conversación y le dije que la invitada no estaba diciendo lo que estábamos traduciendo al español. Ella me gritó: 'hazlo como ordeno' y lo acabó ella", rememora. En la entrevista, Skorkina presenta al magnate italiano en términos positivos, y niega que pagara por mantener sexo. Berlusconi está considerado como uno de los líderes europeos más próximos al presidente Vladímir Putin.

Según Golovánov, "en general", Inna, colaboradora también de Público en temas de análisis sobre Rusia, "pedía eliminar o incluir elementos en las noticias siempre a favor del Kremlin", como "no mostrar la agresividad de la policía durante las protestas de Maidán en Ucrania" o incluir en los reportajes "imágenes de gente ajena a las protestas con esvásticas fascistas". El testigo asegura haber visto cómo Afinogenova, caracterizada siempre por su "complicidad y lealtad al régimen" (de Putin), expresaba "ideas nacionalistas, homófobas y racistas... especialmente contra los ucranianos".

De acuerdo con Golovánov, miembro del equipo fundacional de RT en español, Inna ascendió rápidamente en la cadena de mando, y ocupó pronto el cargo de vypuskaiuschi redaktor, traducido al castellano como 'editor de puesta en marcha' y equivalente en España a un responsable editorial de turno laboral. En febrero de 2018, según ha confirmado ella misma en un tuit, ya ejercía el cargo de subdirectora de la página web, y como también reconoció en otro tuit más reciente, entre sus tareas se incluía escribir las correcciones a noticias falsas.

Investigación del avión malasio

En marzo de 2018, con Inna ejerciendo el cargo de subdirectora, una investigación de Radio Free Europe y RISE Project desentrañó uno de los bulos más graves atribuidos a RT en español: la difusión de una entrevista con un supuesto controlador aéreo en Kiev de nacionalidad española, quien dijo en antena, bajo la cobertura del anonimato y con el rostro difuminado, que cerca del Boeing 777 de Malaysia Airlines derribado en julio de 2014 sobre el este de Ucrania volaban cazas ucranianos, lo que daba a entender que Kiev era el culpable de una tragedia en la que murieron 298 pasajeros y tripulantes. Sus tesis no solo fueron ampliamente difundidas por la cadena, sino también recogidas por TVE, El Mundo o la COPE, e incluso Putin hizo mención en un documental de Oliver Stone.

El trabajo periodístico de RFE y RISE Project demostró que el individuo era un estafador convicto en España llamado José Carlos Barrios Sánchez, de 44 años. Ni era controlador, ni tampoco había pisado Ucrania. Antes de desvanecerse, en una conversación con los periodistas autores de la información, Carl Schreck y Ana Poienaru, Barrios Sánchez admitió haber recibido de Rusia "48.000 dólares", extremo negado por la cadena.

La única rectificación que realizó RT tras comprobarse la falsedad de la noticia fue un párrafo en el interior de un texto sobre el derribo del aparato en la que lamentaba no haber "verificado las credenciales" del entrevistado y ofrecía su "sincera disculpa". Afinogenova no ha querido responder a una pregunta de este diario, que le pedía su opinión sobre la rectificación escrita por RT y si era adecuada al impacto que tuvo en su día la noticia.

Ana Azurmendi, catedrática de Derecho Constitucional, y profesora de Derecho de la Comunicación en la Universidad de Navarra, recuerda que el derecho a recibir "una información veraz, clave para que nuestras decisiones, opiniones y acciones en la vida social y política sean de ciudadanos libres" está recogido en la misma Carta Magna española, concretamente en su artículo 20. Y en la Guía Jurídica para los Profesionales de los Medios elaborada por la académica, se recuerda que es obligación "del informador un específico deber de diligencia en la búsqueda de la verdad de la noticia y en la comprobación de la información difundida, de tal manera que lo que transmita como hechos o noticias haya sido objeto de previo contraste con datos objetivos o fuentes informativas de solvencia".

EL PERIÓDICO no ha podido certificar si Inna ocupaba el cargo de subdirectora a principios de 2017, fecha en que el Parlamento ruso aprobó una propuesta de la diputada ultraconservadora Elena Mizulina que despenalizaba las agresiones familiares, si éstas se producían una sola vez al año y no producían lesiones o sangre, y las tipificaba como faltas administrativas punibles con multa o trabajo social. En la web en español, en marzo de 2017, se publicó la noticia 'Mitos y realidades de la 'ley de las bofetadas', nombre coloquial con el que se denominaba en Rusia dicho texto legal. En todo caso, Inna, quien en España defiende posturas izquierdistas, nunca ha expresado públicamente incomodidad ante noticias como ésta, contemporizadoras con la violencia de género, difundidas en su medio. De hecho, según Golovánov, como editora de turno, debía dar el visto bueno al 50% del material.

Suscríbete para seguir leyendo