Manifestaciones

Más de 60 detenidos en las protestas en Georgia contra la polémica ley sobre agentes extranjeros

El Parlamento aprueba una norma, que recuerda a otra similar de Rusia que obligará a registrarse a las organizaciones que reciban financiación de terceros países

Enfrentamientos en las protestas de Georgia contra su proyecto de ley sobre agentes extranjeros

PI STUDIO

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Al menos 66 manifestantes fueron detenidos la noche de este martes durante las violentas protestas que estallaron frente al Parlamento de Georgia tras la aprobación en primera lectura de una controvertida ley sobre agentes extranjeros, según informó este miércoles el Ministerio del Interior del país.

Según la nota oficial, medio centenar de agentes del orden sufrieron lesiones de diversa gravedad en los choques con los manifestantes. Las autoridades denuncian que los participantes en la protesta, que se prolongó hasta el amanecer, arrojaron piedras y cócteles molotov a los policías y quemaron coches, entre otros actos violentos. Por ello, añade Interior en su comunicado, se optó por el empleo de una respuesta "proporcional". Todos los detenidos han sido acusados de desorden público y desobediencia a las autoridades.

Pese a las críticas en el seno del país, en Estados Unidos y en la Unión Europea, 76 parlamentarios georgianos apoyaron el martes el proyecto sobre agentes extranjeros, mientras 13 votaron en contra. La norma, muy similar a la adoptada en Rusia en el año 2012 y que el Kremlin utiliza para reprimir a medios de comunicación y opositores, obligará a registrarse como agentes extranjeros a las organizaciones, medios de comunicación y entidades que reciban más del 20% de financiación de países extranjeros, bajo pena de sanción si no lo hacen.

Tras su aprobación, varios cientos de manifestantes equipados con piedras, botellas y palos, intentaron acceder al edificio situado en la céntrica Avenida Rustaveli de Tiflis.

Ley "antidemocrática"

Según los opositores, algunos de los cuales llevaban banderas de Georgia y de la Unión Europea, la ley aprobada en primera lectura es "antidemocrática" y socavará las libertades fundamentales de los ciudadanos. Los manifestantes profirieron también gritos contra el presidente ruso, Vladímir Putin, y acusaron a los diputados del partido gobernante Sueño Georgiano de ser "esclavos de Putin".

Desde Estados Unidos, la presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, expresó públicamente su apoyo a las protestas. "Me dirijo a vosotros, que os encontráis en la Avenida Rustaveli. Hoy me encuentro en Nueva York y ante mí está la Estatua de la Libertad. Ella es símbolo por lo que siempre luchó Georgia. Estoy con vosotros, ya que hoy vosotros representáis a una Georgia libre", aseguró.

En declaraciones a la televisión, subrayó que la ley "fue redactada bajo el dictado de Moscú", por lo que "el proyecto debe ser retirado".

El presidente del Sueño Georgiano, Irakli Kobijadze, afirmó tras las protestas que el polémico proyecto ya ha sido enviado a la Comisión de Venecia y su discusión continuará solo después de que haya un veredicto. La víspera, el presidente del Parlamento, Shalva Papuashvili, aseguró que la respuesta de la Comisión de Venecia podría llegar "dentro de unos tres meses".

No obstante, los opositores georgianos pretenden reanudar este miércoles sus acciones de protesta frente al Parlamento.

Georgia, una pequeña exrepública soviética del Cáucaso, aspira a integrarse en la UE y la OTAN, per recientes medidas puestas en marcha por su Gobierno han sembrado dudas sobre sus aspiraciones y han elevado las sospechas sobre sus vínculos con el Kremlin.