Controversia en el país nórdico

La polémica decisión de Dinamarca que afecta a toda la población

Realidades incómodas de la OTAN y la UE

Mette Frederiksen press conference

Mette Frederiksen press conference / EFE / Olafur Steinar Rye Gestsson

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El Gobierno de Dinamarca ha hecho realidad un plan que tenía en vilo a buena parte de la población del país nórdico: eliminar un día de fiesta del calendario laboral en aras de destinar más dinero al gasto militar. 

De poco han servido las multitudinarias manifestaciones de las últimas semanas, en las que miles de daneses rodearon el Parlamento, en Copenhague, para protestar por esta decisión. Este 28 de febrero el Ejecutivo danés eliminó del calendario el Gran Día de la Oración, un festivo que se celebra el cuarto viernes después de Pascua.

Un recurso para incrementar el gasto de Defensa a instancias de la OTAN y alcanzar el umbral del 2% del Producto Interior Bruto (PIB), unos 8.000 millones de euros en el caso de Copenhague.

El Ejecutivo liderado por la socialdemócrata Mette Frederiksen espera recaudar en torno a 3.200 millones de coronas danesas (unos 430 millones de euros) con la reactivación de la actividad económica durante este festivo anulado.