Peshawar

Al menos 90 muertos y 221 heridos en un ataque suicida en una mezquita de Pakistán

El templo, ubicado en un recinto policial en Peshawar, se encontraba especialmente concurrido durante el rezo de mediodía

Atentado suicida en una mezquita en Peshawar

EFE

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Las autoridades pakistaníes han informado este martes de que ya son 90 los muertos y más de un centenar los heridos en un nuevo balance de víctimas tras el atentado suicida supuestamente perpetrado por Tehrik e Taliban Pakistan (TTP), conocido como los talibán paquistaníes, en el interior de la mezquita de Police Lines, en la ciudad paquistaní de Peshawar, capital de la provincia de Jiber Pajtunjua (norte). Así, 221 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a hospitales, mientras que alrededor de cien continúan bajo tratamiento y el resto han sido dados de alta, ha informado Radio Pakistán. De estas cifras, al menos diez de los heridos se encuentran con pronóstico grave, según ha podido saber la agencia de noticias DPA. Las autoridades del país no descartan que la cifra aumente, debido a la gravedad de algunos de estos heridos y a que aún quedarían personas sepultadas bajo los escombros del edificio.

Los servicios de emergencia han informado de este nuevo balance, después de que recuperaran varias decenas de cuerpos de los escombros de la mezquita, según ha recogido la cadena de televisión paquistaní Geo TV. Sin embargo, horas más tarde, el TPP ha negado la conexión con el atentado suicida, en una "aclaración", después de que dos de sus comandantes se atribuyeran el acto, tal y como ha recogido Rita Katz, directora de SITE Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas.

300 fieles a la hora del rezo

En el momento de la explosión, durante uno de los rezos, "había más de 300 fieles en la mezquita", explicó a los medios de comunicación el comandante de Policía de la ciudad, Muhammad Ijaz Khan, que estimó que habitualmente asisten entre 300 y 400 agentes a los rezos.

Las autoridades sanitarias realizaron un llamamiento a donar sangre para tratar a las decenas de heridos en el ataque terrorista.

El ministro de Defensa paquistaní, Khawaja Asif, aseguró que el atacante suicida se encontraba en primera fila durante los rezos, y reivindicó que el Estado debe actuar contra los terroristas. "Es hora de que volvamos a combatir la guerra contra el terrorismo", dijo Asif en una entrevista con la televisión paquistaní Geo TV.

El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, condenó por su parte el "brutal asesinato de musulmanes cuando rezaban ante Alá".

Por el momento, ninguna formación insurgente ha reivindicado la autoría del ataque.

Aumento de los ataques

El último atentado contra un centro religioso en Pakistán tuvo lugar en la misma ciudad de Peshawar en marzo de 2022, cuando un atacante suicida detonó sus explosivos en una mezquita de la minoría chií dejando 56 muertos y casi 200 heridos.

Los atentados terroristas y los ataques insurgentes han aumentado en los últimos meses en Pakistán tras varios años de relativa calma, en buena parte debido al resurgimiento del principal grupo talibán paquistaní, Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP).

La formación, un paraguas de grupos armados tribales creado en 2007 y aliado de los talibanes afganos, ha incrementado sus ataques tras poner fin el pasado noviembre a un alto el fuego con el Gobierno. El TTP afirmó además haber unido fuerzas con grupos separatistas de la provincia sureña de Baluchistán.

Desde su formación, el grupo ha llevado a cabo una brutal campaña de ataques terroristas en todo el país y matado a miles de personas, incluido un intento de asesinato en 2012 de la futura premio Nobel Malala Yousafzai.

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) también ha llevado a cabo atentados en el pasado en Pakistán, uno de los peores en 2018 contra un mitin en Baluchistán, que dejó 128 muertos y 122 heridos. Un segundo ataque ese mismo día en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa causó 4 muertos y 19 heridos.

Los atentados comenzaron a disminuir en 2014 tras una ofensiva de las autoridades paquistaníes, pero las señales de su resurgimiento son cada vez más claras mientras empeoran las relaciones entre Pakistán y un Afganistán bajo el Gobierno interino de los talibanes, que regresaron al poder en agosto de 2021 tras la salida de EEUU y las tropas aliadas del país.