Pulso de Budapest

Hungría mantiene su bloqueo al desembolso de 18.000 millones de la UE para Ucrania

El Gobierno de Viktor Orbán aguanta el pulso tras la propuesta de la Comisión Europea de congelar 13.300 millones en fondos europeos a su país

También continúa vetando la aprobación del tipo mínimo del 15% del impuesto de sociedades, acordado por la UE en la OCDE

El primer ministro de Hungría, Víktor Orban, este jueves.

El primer ministro de Hungría, Víktor Orban, este jueves. / LESZEK SZYMANSKI

Silvia Martinez

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El Gobierno de Viktor Orbán no está dispuesto a dar su brazo a torcer. Quiere los 13.300 millones en fondos europeos asignados a Hungría -7.500 millones de fondos de cohesión y 5.800 millones en fondos Next Generation- que la Comisión Europea propuso bloquear la semana pasada por la deriva en estado de estado y para ello ha decidido ejercer su poder de veto y bloquear durante la reunión de ministros de economía y finanzas de la UE (Ecofin) dos de los expedientes pendientes de decisión que requieren la unanimidad: el desembolso de 18.000 millones de euros para ayudar a Ucrania a mantenerse a flote el próximo año y el impuesto de sociedades del 15% a las grandes multinacionales. 

“Hungría no está a favor de enmendar el reglamento financiero", ha anunciado el representante húngaro durante la reunión del Ecofin. “Desafortunadamente no estamos en condiciones de adoptar el paquete. No obstante, nuestra ambición sigue siendo desembolsar la ayuda a Ucrania a principios de enero. Buscaremos soluciones con el apoyo de 26 Estados miembros”, ha dicho resignado el ministro de economía checo y presidente de turno del Ecofin, Zbyněk Stanjura, que ha dejado claro que "el dinero se va a desembolsar, participen 27 o 26 Estados miembros".

El objetivo ahora es buscar soluciones alternativas que permitan desembolsar el dinero, que Ucrania necesita para pagar salarios, pensiones y el funcionamiento de la administración, sin tocar el marco financiero plurianual que requiere la unanimidad. "Hay dos opciones que puede respaldar el presupuesto y si no, con garantías nacionales. En cualquier caso, los Estados miembros se han comprometido a trabajar y hacer todo lo necesario para que la financiación llegue a Ucrania en enero. Ucrania está en guerra, necesita nuestra ayuda y hay un Estado miembros que está retrasando todo. No puede ser", ha recordado el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis. "Esta es una noticia falsa. Hungría está dispuesta a dar asistencia financiera a Ucrania, sobre una base bilateral. No veto, no chantajear", ha dicho Viktor Orbán en su cuenta de twitter. "Queremos convencer a los Estados miembros de la UE de que la deuda común de la UE no es la solución. Si avanzamos hacia la comunidad de deuda, no podremos dar marcha atrás", ha añadido.

No es el único expediente que ha saltado por los aires por la negativa de Budapest. La presidencia checa de la UE también se ha visto obligada a retirar de la agenda la norma que fija un tipo mínimo del 15% en el impuesto de sociedades a las grandes multinacionales acordado en el marco de la OCDE y que se aplicará a aquellas empresas con ingresos de más de 750 millones de euros. La decisión también requiere de la unanimidad de los Veintisiete y la delegación húngara ha impedido de nuevo que salga adelante. Aunque los húngaros insisten en que ambos temas no están vinculados con la paralización de los fondos europeos, el resultado del Ecofin confirma que todo "es un paquete", ha indicado Stanjura.

Fondos para Hungría

De hecho, los Veintisiete también ha terminado posponiendo la decisión sobre la congelación de 7.500 millones en fondos de cohesión a Hungría. Se ha impuesto la idea de que Bruselas realice una nueva evaluación de las medidas puestas en marcha por el Gobierno de Orbán desde el pasado 19 de noviembre lo que podría derivar en una rebaja del montante a congelar. "El calendario sugerido por la presidencia es muy ajustado. Dado el gran volumen de legislación en lengua húngara es difícil realizar una evaluación de calidad en pocos días. De todas formas vamos a hacer todo lo posible", ha dicho Domvrovkis.

La presidencia checa confía en tener el informe para finales de semana y que los embajadores puedan tomar una decisión la próxima, a poder ser antes de la cumbre de líderes del 15 de diciembre. El tiempo, en todo caso, apremia. El plazo para tomar una decisión expira el 19 de diciembre. Si para entonces no hay una decisión de los Veintisiete el expediente terminaría en la papelera y sin sanción a Budapest. Tampoco hay decisión sobre el plan de recuperación de Hungría, el único pendiente de aprobación por parte del Ecofin, y que le dará acceso a 5.800 millones de euros.

Bruselas propuso hace una semana aprobarlo pero condicionando el desembolso a que el Gobierno húngaro cumpla los hitos y objetivos en materia de reformas, para luchar contra la corrupción y reforzar la independencia judicial. Su adopción también es urgente dado que si el Ecofin no aprueba el plan húngaro antes de finales de año, Budapest perderá el 70% de los fondos. "Vamos a darnos unos días para ver si se logra la unanimidad y podemos dar un paso adelante", ha dicho la vicepresidenta española, Nadia Calviño. "Si no se produce esa unanimidad tendremos que avanzar en un plan B pero en este momento vamos a darnos unos días para ver si se logra la unanimidad antes de finales de año", ha declarado.