Estados Unidos

Trump anuncia su candidatura presidencial para 2024

Los aspirantes que podrían derrotar a Trump

Los pros y contras de Trump en su tercer asalto a la Casa Blanca

El expresidente ignora a críticos y asesores y lanza una campaña que cree que le blinda de investigaciones

Horas antes de su anuncio, Trump dice que "hoy" será un día muy importante

Horas antes de su anuncio, Trump dice que "hoy" será un día muy importante

Idoya Noain

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Donald Trump, el hombre que presidió Estados Unidos entre 2016 y 2020, se negó a aceptar su derrota frente a Joe Biden y arengó con sus acusaciones infundadas de fraude electoral a las masas que asaltaron el Capitolio, ha anunciado este martes su candidatura para intentar llegar de nuevo a la Casa Blanca en 2024.

“Para hacer América grande y gloriosa de nuevo anuncio esta noche mi candidatura a presidente de los EEUU”, ha dicho. “El retorno de América empieza ahora mismo”.

El anuncio de ese tercer asalto a la Casa Blanca era esperado y Trump, que superó dos ‘impeachments’, tenía ansiedad por hacerlo desde hace meses, convencido de que puede protegerle de las varias investigaciones que se ciernen sobre él y de potenciales imputaciones. Finalmente, se ha decidido a hacerlo en un momento también complicado para él.

“El retorno de América empieza ahora mismo”, dice el republicano en el anuncio en Mar-a-Lago

Tras las elecciones de medio mandato de la semana pasada numerosas voces dentro del Partido Republicano, en medios conservadores y entre los grandes donantes cuestionan y critican su influencia en la formación, pidiéndole que deje paso a otras figuras como el reelegido gobernador de Florida Ron DeSantis. Y lo hacen después de que en los comicios los resultados para los conservadores fueran peor de lo esperado, algo que en buena parte se atribuye a la influencia de Trump y a la presencia de candidatos extremistas respaldados por él que han sido rechazados en las urnas en carreras clave y en una cita electoral donde se veía en juego el futuro de la democracia.

A Trump no le han importado esas críticas, ni recomendaciones de sus asesores de que esperara al menos a que se celebre el 6 de diciembre la segunda vuelta que decidirá un escaño al Senado por Georgia que puede facilitar las acciones de los demócratas, que ya tienen garantizada la mayoría en la Cámara. Y su anuncio ha llegado a las 21.22 de la noche en un acto en una sala de Mar-a-Lago, su club privado en Florida. Poco antes de empezar el discurso, ya había presentado la documentación para esa candidatura ante la Comisión Federal Electoral.

Exageraciones y contrastes

En la intervención, de algo más de una hora, Trump, de 76 años, ha combinado la lectura del teleprompter (para hacer lo que ha dicho que sería un discurso “elegante”) con sus clásicas improvisaciones. Ha salpicado también el discurso de exageraciones, mentiras y desinformación. También ha usado el racismo para volver a describir el Covid -19 como "el virus de China" y la burla, el modo que ha escogido para hablar del cambio climático y del presidente Biden.

Ha contrastado además el retrato idílico del país bajo su mandato, especialmente en lo referido a economía y a la frontera pero también en política exterior, con lo que ha dicho que es una “nación en declive” bajo la presidencia del demócrata, haciendo un retrato apocalíptico de inmigración y crimen.

Mientras, desde la cuenta personal del presidente Biden en Twitter (una de las redes sociales de la que fue expulsado Trump pero a la que podría volver) se colgaba un vídeo denunciando la "presidencia fallida" de Trump y poniendo especial eco en el asalto al Capitolio y en la promesa de Trump de dar perdones a los asaltantes.

En el discurso catastrofista de Trump sobre la situación del país bajo Biden y los gobiernos estatales y locales demócratas había ecos de la promesa de poner fin a la "carnicería americana" que realizó al tomar posesión en 2016 dando el relevo a Barack Obama. Y no era la única conexión que su discurso tenía con su primera campaña ni es casual. Porque en esta tercera lucha por la Casa Blanca Trump quiere recuperar la imagen populista del 'outsider' de la política que lucha contra el 'establishment', combinándola a la vez con la del líder fuerte. Además, este martes se ha retratado como "víctima" de supuesta persecución política.

Sin noticias de 'la gran mentira'

Trump, cuyo discurso no han ofrecido íntegramente ni CNN ni MSNBC pero tampoco FoxNews, que en la parte final ha dejado paso a comentaristas, ha abordado las guerras culturales que tan buenos réditos están dando a republicanos como DeSantis o Glenn Youngkin, dos de sus potenciales rivales. Lo que no ha agitado directamente el fantasma de la 'gran mentira' sobre el supuesto y desacreditado fraude en las elecciones presidenciales que perdió pero sí ha hecho referencias al sistema electoral. Y ha "prometido devolver la honestidad y confianza en las elecciones y eliminar las trampas" si vuelve al Despacho Oval. Ha explicado, por ejemplo, que exigirá que todos los votantes usen una identificación, que solo se pueda votar en el mismo día de los comicios, que solo haya votos en papel y que el escrutinio se complete el día de los comicios.

Trump ha prometido también que buscará la "unidad" pero en el mismo discurso ha lanzado duros y sanguinarios ataques, prometiendo "derrotar a los demócratas de izquierda radical que intentan destruir el país desde dentro".

La campaña

Horas antes del anuncio ‘The Washington Post’ revelaba algunos detalles de la operación de campaña que ya ha empezado a tomar forma alrededor del expresidente. Esta apunta a tener menos personal y presupuesto que la de 2020 y estará basada en Florida, no en Nueva York y Virginia como las anteriores.

Trump va a funcionar de momento sin un mánager y, a diferencia de en 2020, cuando se quejaba de que había demasiada gente que no conocía, esta vez se va a rodear de personas con las que tiene relación y confianza desde hace tiempo.

Una de las personas clave en ese equipo será Susie Wiles, una consultora política basada en Florida que le ayudó a ganar el estado en sus dos carreras presidenciales y que además tiene una agria relación con Ron DeSantis, para quien llevó la campaña a gobernador de 2018.

Quienes no estará en ese reducido grupo son Ivanka Trump ni su esposo Kared Kushner, que llegaron a ocupar cargos de asesores en su Casa Blanca. "Quiero mucho a mi padre. Esta vez elijo dar prioridad a mis hijos pequeños y la vida que estamos creando como familia. No planeo involucrarme en política", ha escrito en un comunicado la hija del expresidente y nuevo candidato.