Guerra en Ucrania

Rusia vuelve a desconectar de la red eléctrica ucraniana a la central de Zaporiyia

El jefe de la misión de inspección de la ONU denuncia que la integridad de las instalaciones había sido violada y que la situación era "inaceptable"

Una imagen de la central nuclear de Zaporiyia.

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La central nuclear ucraniana de Zaporiyia, ocupada por Rusia, "volvió a perder la conexión" con la red eléctrica, aunque sigue activa gracias a una línea de reserva, anunció el sábado el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que mantiene un grupo de expertos en el lugar. La última línea que aún está en funcionamiento "ha sido dañada", explicó el OIEA, recordando que las otras tres "se perdieron en el conflicto".

El incidente, similar al ocurrido el 25 de agosto, se produjo "después de nuevos bombardeos en la zona", indicaron las autoridades ucranianas a la agencia de la ONU. Las instalaciones, pese a todo, siguen generando energía "gracias a una línea eléctrica de reserva", añadió el informe.

Primera desconexión

El 25 de agosto, la central, la mayor de Europa, fue desconectada por completo de la red ucraniana por primera vez en su historia. Seis expertos de la agencia de la ONU se encuentran actualmente en la planta y dos de ellos permanecerán "de manera continua" para "ayudar a estabilizar la situación", según el jefe del OIEA, Rafael Grossi. El responsable aseguró que que sus hombres habían logrado mantener operativos, a duras penas, los dos reactores en funcionamiento de la planta atómica.

Tras inspeccionar las instalaciones de la central, Grossi declaró que "la integridad física de la planta" había sido "violada" y denunció una situación "inaceptable". En las últimas semanas, el recinto fue blanco de bombardeos que rusos y ucranianos se imputan mutuamente y que despertaron temores de un desastre nuclear.

El Gobierno de Kyiv sostiene que el Ejército ruso ha convertido a la central de Zaporiyia en un arsenal, y que bombardea desde el interior a las poblaciones adyacentes como Nikópol, aprovechándose de la circunstancia de que los militares ucranianos no responderán dada la peligrosidad de las instalaciones. Moscú, en cambio, acusa a su enemigo de disparar contra la planta y poner en riesgo al personal que allí trabaja y las labores que realizan.