Cristina Fernández de Kirchner declara que no vio la pistola durante el ataque

Cristina Fernández de Kirchner no advirtió "en ningún momento" que un arma le apuntaba a la cabeza y pudo acabar con su vida. Así se lo dijo a la jueza María Eugenia Capuchetti, quien investiga el intento de magnicidio que estremece a Argentina desde el jueves por la noche. La vicepresidenta le aseguró también que recién en su apartamento tomó conciencia de lo que había sucedido.

Capuchetti ya tiene un informe con los peritajes sobre las cámaras de seguridad que circundan el edificio donde vive la vicepresidenta, así como el ordenador y el teléfono celular del agresor, Fernando Sabag Montiel. Allí encontraron imágenes relacionadas con grupos neonazis. El atacante se ha negado a declarar ante la magistrada.

Según los peritos que analizaron la pistola Bersa calibre 32, el ciudadano brasileño-argentino no tomó la precaución de que las balas entraran en la recámara. Por eso falló el disparo que habría provocado una catástrofe política en este país. Por el momento, los investigadores estiman que Sabag actuó en soledad: es el producto de una situación política muy polarizada en donde las incitaciones a la violencia y el odio se han convertido en lugares comunes en las redes sociales y en parte de los medios de comunicación. El interventor de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, señaló que el Estado no tenía "ninguna alerta" sobre André Sabag, y lo definió como "lobo solitario, alguien que por sí mismo armó todo sin demasiada logística". Sin embargo, la hipótesis de una conjura de otro alcance no está totalmente descartada.

Siguen las controversias

El peronismo, en el poder, y un sector de la oposición de derechas ha acordado condenar en el Congreso el intento de magnicidio. Ni siquiera el atentado ha apaciguado las profundas diferencias que mantienen. La portavoz del Gobierno, Gabriela Cerruti lamentó que los sectores más duros del partido del expresidente Mauricio Macri lancen todavía sospechas sobre los alcances de la tentativa de asesinato. "Quiere seguir alentando a la jauría", dijo. Otro dirigente de ese espacio político, el experonista Miguel Ángel Pichetto, criticó por su parte al oficialismo por buscar un "aprovechamiento político" lo acontecido. Más allá de la discordia, por escasos segundos, Argentina estuvo cerca de tener su propio Bogotazo. El 9 de abril de 1948 fue asesinado en la capital colombiana el líder del Partido Liberal, Jorge Eliécer Gaitán. Las protestas fueron de una enorme magnitud y el precedente del conflicto armado que desangró a ese país por más de medio siglo.