Convocan el Consejo de Seguridad moldavo

Transnistria: ¿Puede Rusia intervenir en la región separatista de Moldavia?

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Las autoridades de Transnistria denuncian varios ataques en las últimas 48 horas contra una unidad militar, antenas de televisión y un edificio ministerial

Imagen de antenas de radio en el suelo tras un ataque con explosivos en Grigoriopol, en la región separatista moldava de Transnistria el 26 de abril de 2022

Imagen de antenas de radio en el suelo tras un ataque con explosivos en Grigoriopol, en la región separatista moldava de Transnistria el 26 de abril de 2022 / Handout / Transnistrian Interior Ministry / AFP

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Desde que un general ruso sugiriera días que la región separatista de Moldavia podría ser el próximo objetivo de las tropas del Kremlin, la situación en el pequeño país europeo no ha dejado de deteriorarse. Varias explosiones han sacudido la región prorrusa de Transnistria en las últimas fechas sin que ningún país o facción armada las reivindicara. La presidenta del país, Maia Sandu, ha afirmado que los ataques son un intento de desestabilizar la región y arrastrarla hacia la guerra.

"Según la información de la que disponemos, los intentos de escalada están relacionados con fuerzas internas de Transnistria que quieren una guerra y están interesadas en desestabilizar la situación", dijo Sandu a la prensa tras reunirse con el Consejo Supremo de Seguridad, según la agencia rusa RIA Nóvosti.

De acuerdo con las autoridades de Transnistria, la región prorrusa y fronteriza con Ucrania que se declaró independiente a principios de los años 90, los ataques alcanzaron diversos objetivos. "Dispararon lanzagranadas contra el edificio del Ministerio de Seguridad del Estado, hubo dos explosiones en el centro de la radiotelevisión del pueblo de Maiak y también atacaron una unidad militar en Parcani", ha señalado el servicio de prensa del presidente de la región separatista, Vadim Krasnoselski, quien ha descrito los incidentes como "ataques terroristas". Por el momento, no se ha informado de ninguna víctima.

El pasado viernes, el mayor general Rustam Minnekéyev afirmó que uno de los objetivos del Ejército ruso durante la segunda fase de su ofensiva militar en Ucrania pasa por establecer el control sobre el este y el sur del país. "El control sobre el sur de Ucrania es además una vía de acceso a Transnistria, donde hay también evidencias de que la población rusoparlante está siendo oprimida". El Kremlin negó después que la mencionada población esté siendo oprimida y subrayó que su intención es respaldar una solución pacífica al conflicto en la región separatista.

Respuesta de Rusia

En esa misma línea, el Ministerio de Exteriores ruso se ha mostrado "alarmado" por lo sucedido y ha dicho esperar "no tener que intervenir el conflicto de Transnistria". Justo el mensaje opuesto que envió Denis Pushilin, el presidente de la autoproclamada República Popular de Donetsk, una de las regiones separatistas prorrusas del Donbás ucraniano. Pushilin afirmó que los últimos incidentes en Transnistria "requerirían que continúen allí" las operaciones militares rusas.

Transnistria, territorio de apenas medio millón de habitantes, en su mayoría eslavos, rompió sus lazos con Moldavia tras un conflicto armado (1992-1993) en el que contó con ayuda rusa. Desde el final de aquella contienda, Moldavia aboga por la integración de los dos territorios divididos por el río Dniéster, a lo que siempre se han negado los separatistas. Moscú mantiene allí de forma permanente a más de un millar de militares.