Violencia en el país sudamericano

El narcotráfico decreta un paro con violencia en parte de Colombia por la extradición del capo Otoniel

El llamado Clan del Golfo lanzó su principal ofensiva contra el Estado en seis años como respuesta a la extradición de su líder Otoniel

El capo narco se declaró "no culpable" ante un tribunal de Nueva York por los cargos que se le han imputado

Soldados vigilan una carretera en Colombia. El Ejército está en alerta ante las amenazas de paro armado del Clan del Golfo tras la extradición de Otoniel.

Soldados vigilan una carretera en Colombia. El Ejército está en alerta ante las amenazas de paro armado del Clan del Golfo tras la extradición de Otoniel. / EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

Abel Gilbert

Abel Gilbert

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Quema de buses y camiones. Intimidaciones con armas de fuego y hasta el asesinato de un vendedor de plátanos que se atrevió a salir a la calle. Las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), más conocidas como el Clan de Golfo, la banda de narcos más importante del país, decidieron responder con un paro armado en diferentes regiones pocas horas después de se conociera la extradición a Estados Unidos de su jefe Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel.

La que es considerada como la principal estructura criminal surgida de la actividad paramilitar de ultraderecha, ordenó que hasta el 10 de mayo "absolutamente todo" debe dejar de funcionar en en siete departamentos, entre e Atlántico, Sucre y Magdalena, casi en coincidencia con la presentación de Otoniel con la indumentaria naranja de presidiario ante un tribunal neoyorquino. “No queremos ver abierto el comercio, no queremos ver a los transportadores terrestres ni fluviales circulando", se advirtió a través de un comunicado suscrito por el llamado Bloque Arístides Mesa Páez. Solo se aceptarán casos de hospitalización o funerales. "No queremos que haya víctimas solo por desacatar una orden emitida por nuestra organización".  La Defensoría del Pueblo del departamento de Córdoba lanzó una alerta: existe un "escenario de riesgo" tras esa proclama.

Según el portal La silla vacía, se trata del paro armado del Clan del Golfo más importante de los últimos seis años. Fue organizado después de que el Consejo de Estado abriera la puerta del envío de Otoniel a Estados Unidos al rechazar un reclamo de parte de sus víctimas de que el capo narco primero fuera juzgado en Colombia por sus delitos. Otoniel fue capturado por la policía en octubre pasado. “Con este golpe se marca el final del Clan del Golfo”, dijo, entusiasta, el presidente Iván Duque. La banda criminal, añade La Silla Vacia, “le muestra a Duque que sigue tan viva como antes, y que casi cuatro años de uribismo en la presidencia no le hicieron mella a su poder”. Según el analista Carlos Zapata, ha quedado en evidencia que “el Estado no tiene control territorial” allí donde actúan las AGC.

La prensa bogotana ha consignado que Otoniel se declaró "no culpable" ante la juez del tribunal de Brooklyn, Vera Scanlon, donde enfrenta tres cargos relacionados con narcotráfico: manejo de la empresa criminal, asociación delictiva para producir y distribuir cocaína y uso de armas. Mientras se divulgaba esa información, el Alto Comisionado para la Paz, Juan Camilo Restrepo, redoblaba su llamado a los integrantes del Clan del Golfo a entregarse a las autoridades judiciales. "Solo tienen tres caminos: enfrentar a la institucionalidad y ser dados de baja, ser capturados o la ruta de la legalidad". Recordó en ese sentido que durante el actual Gobierno más de 250 integrantes de las AGC se han sometido a la autoridad de los tribunales.

Fuerte impacto

La audiencia de Úsuga en un tribunal neoyorquino ha concitado la atención de la sociedad. "¿Quién no está hablando de alias Otoniel? La respuesta es sencilla: todo el mundo, porque su enorme maldad, su carácter sanguinario, la crueldad extrema que exhibió por años y el gran poder que acumuló, convirtieron a un ser aparentemente insignificante en el más mentado y temido del país. Es natural: somos una especie especializada en producir basura y hasta en convivir con ella", dijo Radio Caracol. En su editorial de este jueves, el diario El Espectador consideró que "ahora" el Estado no solo debe "redoblar" sus esfuerzos "en esas regiones afectadas por el poder ilegal". Si bien la extradición de Otoniel "era más que necesaria, no puede afectar los derechos de los miles de víctimas en Colombia" del jefe narco y su grupo, "objetivo para el cual tanto los Gobiernos como las autoridades judiciales de los dos países deben prestar todo su concurso".

Otoniel debe volver a sentarse frente a un juez a principios del mes venidero. “Como candidato me comprometí a capturar y extraditar a este delincuente de la peor ralea, y le cumplimos a Colombia", dijo Duque. El mandatario confirmó haber sostenido conversaciones con el embajador de Estados Unidos en Bogotá, sobre el caso Otoniel. “Un bandido de esos que pensaba que se iba a burlar de la justicia, que se iba a burlar de nuestro país, que iba a tratar de eludir la extradición allá tiene su merecido. Allá llegó al calabozo que le corresponde y allá estará cumpliendo sus penas de narcotráfico". Si no colabora con la justicia norteamericana, señaló Duque, “lo esperamos también en los calabozos en Colombia para que cumpla las penas por los delitos que cometió en nuestro país y entre otras cosas, para la tranquilidad las víctimas, ese sinvergüenza va a tener que seguir colaborando con la justicia colombiana”.