Guerra de Ucrania

Bruselas se prepara para golpear al petróleo ruso en su sexto paquete de sanciones

La Comisión Europea urge a los Veintisiete a llenar los depósitos subterráneos de gas para estar preparados ante una eventual interrupción total del gas ruso

Los ministros de energía de la UE cierran filas con Bulgaria y Polonia y advierten de que el corte de gas de Moscú supone una ruptura de contrato inaceptable

El presidente de Rusia, Vladimir Putin.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin. / Reuters

Silvia Martinez

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La Comisión Europea ultima el sexto paquete de sanciones contra Rusia, en represalia por la guerra “ilegal” lanzada contra Ucrania hace más de dos meses. Una nueva ronda en la que llevan semanas trabajando, que podría presentarse este mismo martes al colegio de comisarios y que afectará finalmente también al petróleo.

La propuesta, destinada a seguir golpeando a la principal fuente de financiación del Kremlin, llega tras la decisión de Moscú de interrumpir el suministro de gas a Polonia y Bulgaria y el giro político de Alemania o Austria que, tras semanas arrastrando los pies, han confirmado su disposición a apoyar el veto al petróleo ruso.

Aunque todavía no se conocen los detalles finales, la idea, según el FT, sería aplicar una prohibición más gradual que para el carbón -cuyo embargo será efectivo en agosto- que se aplicaría de aquí hasta finales de año y con excepciones para países como Hungría o Eslovaquia cuyas infraestructuras están preparadas para refinar petróleo ruso pero no disponen de otras alternativas. Se trata, en todo caso, de una medida que Polonia y los tres países bálticos llevan reclamando desde el inicio de la ofensiva rusa por la importante fuente de ingresos que supone para Vladimir Putin pero a la que se resisten otras capitales por su impacto económico.

Giro de Alemania

"Hemos tenido una dependencia bastante fuerte sobre el petróleo ruso en el pasado. Antes de que empezara la guerra era del 35%. Ahora la hemos reducido hasta el 12% y únicamente nos queda una refinería que sólo trabaja con petróleo ruso”, ha explicado el vicecanciller alemán y responsable de Economía, Robert Habeck, a su llegada a la reunión extraordinaria de ministros de energía celebrada este lunes en Bruselas. El problema es que ese 12% afecta a la región de Berlín y que sin “tiempo suficiente” para buscar alternativas podría derivar en “una subida de precios y quizás complicaciones con la cadena de suministro”. 

De ahí la necesidad de “semanas o meses” para prepararse adecuadamente aunque ha dejado claro que Berlín está dispuesto a dar el paso. “Después de dos meses de trabajo, puedo decir que Alemania no está en contra de un veto contra el petróleo de Rusia. Por supuesto, supondría una fuerte carga que soportar, pero estamos dispuestos a asumirla", ha dicho en sintonía con Austria. “Si la UE y sus Estados miembros deciden un embargo al petróleo contra Rusia, Austria está dispuesta a apoyarlo. Hemos trabajado intensamente estos últimos meses para reducir nuestra parte del petróleo ruso y no hemos importado más en marzo”, ha dicho la austriaca Lenore Gewessler.

Falta aprobación de los 27

Para que la decisión salga adelante tendrá que obtener primero el aval de los Veintisiete por unanimidad y, por tanto, con el apoyo de una Hungría que ha avisado de que bloqueará la medida si no obtiene garantías de suministro. Un debate en el que incide también el temor a que Moscú cierre totalmente el grifo del gas, replicando la decisión de cortar el suministro a Polonia y Bulgaria por no plegarse al nuevo sistema de pagos impuesto por Vladimir Putin, algo que supone un punto de inflexión según Bruselas y un aviso de que cualquier Estados miembro puede ser el siguiente.

“Es un acto que rompe los contratos que se han negociado y es inaceptable. Seguiremos pagando en euros los contratos que se han estipulado en euros y en dólares los que se han estipulado en dólares. No podemos aceptar este tipo de maniobras”, ha zanjado la ministra francesa, Barbara Pompili, tras la reunión de los Veintisiete. El 97% de los contratos que tienen empresas europeas están en dólares o euros y solo el 3% están en otra moneda aunque el grueso son en libras esterlinas y no en rublos.

La comisaria de energía, Kadri Simson, ha explicado que ya han publicado directrices y que el análisis jurídico está claro: “pagar en rublos, tal y como exige Rusia, sería violar las sanciones” pero “vamos a ofrecer en los próximos días directrices más claras sobre lo que pueden hacer las empresas y sobre lo que no”, ha dicho urgiendo a los gobiernos a actualizar sus planes de contingencia, negociar acuerdos bilaterales de solidaridad y llenar los depósitos subterráneos de gas, que están al 32%, para prepararse a un eventual corte total por parte de Rusia.

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