Elecciones en Francia

Macron gobernará con más de la mitad de Francia en contra

Las clases medias de las grandes ciudades han sido favorables a Macron mientras el mundo rural y trabajador ha votado a Le Pen

Los seguidores de Macron celebran la victoria junto a la torre Eiffel

Los seguidores de Macron celebran la victoria junto a la torre Eiffel / REUTERS / Benoit Tessier

Marta López

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En una primera lectura, la victoria del presidente Emmanuel Macron frente a su rival Marine Le Pen es contundente: 18,7 millones de votos (58,54%) frente a los 13,2 millones (41,46%) de su rival. Pero esos resultados merecen un análisis mucho más matizado. Casi una tercera parte de los franceses desatendieron el llamamiento a cortar el paso a la ultraderecha y la abstención del 28% fue la mayor en una segunda vuelta presidencial desde 1969 (31%), cuando la izquierda llamó al boicot masivo en protesta por la represión de las protestas de mayo del 68.

A los abstencionistas se suman el 6,35% de electores que votaron en blanco y el 2,25% de votos nulos. Sumas y restas que vienen a indicar que el apoyo a Macron está en el 38,52%, el más frágil de la V República desde George Pompidou (1969-1974), según el diario 'Libération' y que la fractura social, económica y territorial francesa se ha agravado tras un quinquenio marcado por las protestas sociales y la pandemia del covid.

Estas son las claves de las elecciones:

Le Pen extiende su influencia territorial

Macron ha sido reelegido con 18,8 millones de votos, dos millones menos que en el 2017, frente los 13,2 millones de Marine Le Pen, que gana mas de 2,2 millones. La diferencia de votos entre los dos aspirantes con visiones diametralmente opuestas de Francia, de su lugar en el mundo y de la economía se reduce a los 5,6 millones cuando en el 2017 fue de 10.

Macron sigue reinando en el oeste de Francia Le Pen ha extendido su influencia y gana votos en todo el territorio francés pero suma nuevas conquistas territoriales en este y en la cuenca mediterráneas. Ha pasado de ganar en dos departamentos (los norteños Pas de Calais y Aisne) a 22 en la Francia continental y la isla de Córcega. Se ha impuesto también en los empobrecidos territorios de las Antillas y es en Guadalupe donde obtiene su mejor resultado a nivel nacional: el 69,6% de los votos. Con el 81,5% de los votos, Macron en cambio arrasa en París.

En la Catalunya Nord ha vuelto a ganar Le Pen con el 56% de los votos.

Las clases populares y rurales, con Le Pen

Pero más clara que la fractura territorial, es la fractura social. La canditata que hizo una campaña basada en poder adquisitivo y se erigió en la voz del pueblo frente a la oligarquía, ha sido la clara preferida por las clases populares, según un sondeo de Ipsos-Sopra para el diario 'Le Parisien'.

La dirigente ultra obtiene el apoyo del 57% de los trabajadores, porcentaje que sube hasta el 67% en el caso de los obreros. Macron, por el contrario, etiquetado como "el presidente de los ricos, logra el apoyo del 65% de los votantes que viven en hogares que ingresan más de 3.000 euros al mes.

Además de en París, Macron gana las grandes ciudades y en las áreas más dinámicas de Francia, mientras que le Le Pen se impone en la periferias urbanas y áreas rurales. 

La fractura generacional

El mismo sondeo de 'Le Parisien', realizado, el sábado, sobre una muestra representativa de 4.000 personas revelaba también una fractura generacional entre los votantes de Macron y Le Pen.

El voto se divide a la mitad entre los votantes de de entre 25 y 60 años, pero entre los mayores de 60 se decanta con claridad hacia el presidente francés, sobre todo a partir de los 70 años. Un 71% a partir de esa franja de edad le ha votado.

Al igual que en la pimera vuelta, los jóvenes han vuelto a mostrar su desencanto. Un 41% de los electores entre 18 y 24 años se ha abstenido en la elección entre Macron y Le Pen, así como el 38% de los 25-34 años, según un sondeo de Ipsos.

El voto melenchonista

Sin presentarse, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon ha sido el tercer hombre de esta segunda vuelta presidencial, porque logró casi el 22% de los votos en la pimera. Sus electores eran decisivos para Macron y Le Pen y a ellos se dirigieron ambos candidatos durante los 15 días de campaña.

Mélenchon pidió que ningún voto fuera la candidata ultra, pero evitó solicitar el respaldo para el presidente. Pero la mayoría, el 42%, han apoyado Macron. El 17% ha respaldadado a la candidata ultra y el 41% se ha abstenido o ha votado en blanco.

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