Guerra en Ucrania

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Kiev (Ucrania), 27/02/2022.- Soldados ucranianos se calientan en una hoguera en las inmediaciones de Kiev, Ucrania este domingo. El ejército ucraniano mantiene sus posiciones, aunque reconoce que la situación en torno a Kiev se agrava y admite la entrada de tropas rusas en Járkov, en el norte del país. EFE/ Alisa Yakubovych

Kiev (Ucrania), 27/02/2022.- Soldados ucranianos se calientan en una hoguera en las inmediaciones de Kiev, Ucrania este domingo. El ejército ucraniano mantiene sus posiciones, aunque reconoce que la situación en torno a Kiev se agrava y admite la entrada de tropas rusas en Járkov, en el norte del país. EFE/ Alisa Yakubovych / ALISA YAKUBOVYCH/EFE

Silvia Martinez

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Mientras Moscú mantenga su ofensiva militar contra Ucrania, la Unión Europea seguirá golpeando y asfixiando todo lo que pueda al Kremlin. El resultado de este compromiso es otra batería de sanciones que incluye el cierre del espacio aéreo europeo a los aviones rusos -incluidos los jets de los oligarcas rusos-, la prohibición de la emisión de noticias de la maquinaria mediática del Kremlin -Russia Today, Sputnik y sus filiales-, nuevas restricciones a sectores claves para Bielorrusia -tabaco, madera, cemento, acero o carburantes minerales- por su colaboración en la invasión así como la financiación de la compra de armas para Ucrania con el presupuesto europeo. Todo esto se suma a la desconexión de los bancos rusos del sistema de pagos bancarios Swift, la congelación de la mitad de las reservas del Banco Central de Rusia y la prohibición a los oligarcas de utilizar sus activos financieros y beneficiarse de los 'pasaportes dorados'.

Se trata de la primera vez en la historia en que la UE financia la compra y suministro de armas a un país en guerra. Lo hará a través de la Facilidad Europea para la paz, creada el año pasado y dotada con 5.000 millones hasta 2027, que servirá para costear la compra de armas letales, combustible y otros suministros urgentes. "Se ha roto otro tabú. El tabú de que la Unión Europea no proporcionaría armas a una guerra" pero "lo vamos a hacer porque esta guerra requiere nuestro compromiso para apoyar al ejército europeo", ha dicho el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

Según ha explicado, tras la cuarta reunión de ministros de exteriores en una semana, la UE destinará 450 millones a la compra de armas letales y 50 millones al suministro no letal (equipos de protección y carburante). Ahora serán los ministros de defensa de la UE quienes estudiarán este lunes cómo convertir la financiación en material y cómo transportarlo hasta el frente militar en Ucrania. Son numerosos los países de la UE que han anunciado el envío de material. Es el caso de Bélgica, con 3.800 toneladas de combustible y 2.000 armas, de Países Bajos que enviará 50 armas antitanque, 400 misiles y 200 misiles tierra aire, Portugal con granadas, munición y cascos, Estonia con misiles y munición, o Alemania entre otros que, en un giro de 180 grados a su política de no suministrar armas letales a países en guerra, anunció este sábado el envío de 1.000 armas antitanque y 500 misiles. 

Cierre del espacio aéreo

Borrell también ha confirmado el cierre del espacio aéreo europeo a los aviones rusos de forma que las naves de bandera rusa o controladas por una empresa rusa -incluidos los jets privados de los oligarcas- no puedan ni aterrizar ni despegar de la UE. El anuncio se produce tras las decisiones adoptadas desde este pasado sábado por prácticamente todos los Estados miembros, incluida España, en represalia por la invasión.

La nueva vuelta de tuerca contra el Kremlin se completa con la prohibición de la emisión de noticias de la maquinaria mediática del Kremlin -Russia Today, Sputnik y sus filiales- que, según von der Leyen, "no podrán difundir sus mentiras para justificar la guerra de Putin y sembrar la división en nuestra unión", ni tampoco sus "mentiras tóxicas", según Borrell, que ha destacado el "paso crucial" dado para evitar "que sigan manipulando porque Rusia no solo quiere conquistar territorio sino también mentes". Desde la semana pasada los corresponsales de estos medios tampoco tienen acceso a la sede del Parlamento Europeo, según ha anunciado su portavoz, Jaume Duch.

Además, la UE también plantea nuevas restricciones a sectores clave para Bielorrusia -tabaco, madera, cemento, acero o carburantes minerales- por su participación en la invasión a Ucrania. E incluirá otra veintena de individuos -desde oligarcas hasta personas cercanas a Putin- en la lista de sancionados por la UE, que supera ya los 600 nombres, y que tendrán sus activos congelados y prohibida la entrada en territorio europeo.

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Banco central, Swift y oligarcas

El nuevo paquete llega tan solo veinticuatro horas después de que la UE pactara con sus socios occidentales del G7 -Estados Unidos, Reino Unido y Canadá- un “masivo” y doloroso castigo para destruir financieramente al Kremlin, con el objetivo de detener la invasión de Ucrania. Esta batería incluye cuatro elementos. El primero, la desconexión de los bancos rusos castigados por las sanciones europeas del sistema de comunicación de pagos financieros Swift, que utilizan más de 11.000 bancos en 200 países, lo que permitirá expulsarlos del sistema financiero. “Swift es el sistema de pagos entre bancos mundial y cortarles les impedirá realizar sus transacciones financieras en todo el mundo lo que bloqueará efectivamente las exportaciones e importaciones de Rusia”, ha celebrado la presidenta de la Comisión Europea. La medida se concretará en las próximas horas.

La segunda gran medida será la paralización de los activos del Banco Central de Rusia con el objetivo de congelar sus transacciones y hacer imposible que liquide sus activos y reservas internacionales. Según ha explicado Borrell, esta decisión afectará a la mitad de las reservas financieras rusas que son las que están depositadas "en bancos de países del G7". El tercer paquete pone el foco en los oligarcas “que facilitan la guerra en Ucrania y las actividades dañinas del gobierno ruso”. Para frenarlos, la propuesta diseñada por la Comisión Europea -en coordinación con el G7- incluye medidas para limitar la venta de la ciudadanía -los llamados pasaportes dorados- que permiten a los rusos ricos conectados con el gobierno convertirse en ciudadanos de nuestros países y acceder a nuestros sistemas financieros”.

Además, los aliados occidentales lanzarán esta próxima semana un grupo de trabajo trasatlántico de alto nivel para facilitar la implementación efectiva de las sanciones. El objetivo será “identificar y congelar” los activos de los individuos y empresas sancionadas “en sus nuestras jurisdicciones”. Un ejercicio que podrían seguir ampliando a otros funcionarios y élites rusas que cooperan estrechamente con el Gobierno de Vladimir Putin. “Estamos con el pueblo ucraniano en estas horas oscuras y estamos preparados para tomar más medidas para hacer que Rusia pague por su ataque a Ucrania”.

Protección de refugiados

Además del envío de armas, los Veintisiete también se han comprometido a acoger en territorio europeo a los ucranianos que huyan de la guerra en su país que hasta ahora son más de 360.000 según la oficina del ACNUR pero que podrían llegar a los 4 millones. La comisaria de interior, Ylva Johannson, presentará esta próxima semana una propuesta para activar la directiva de 2001 que permite conceder de forma temporal protección internacional automática a las personas desplazadas. 

Aunque nunca hasta ahora se ha utilizado tanto la presidencia francesa de la UE como Bruselas consideran que existe un “gran apoyo” y muchos ministros se han mostrado “a favor”. Hasta ahora, según ha explicado Johansson son 300.000 los ucranianos que han cruzado la frontera a la UE, la mayoría a Polonia, Eslovaquia, Hungría y Rumanía aunque la mitad de los que han llegado a este último país, por ejemplo, ya lo han abandonado hacia otros destinos europeos dado que muchos disponen de pasaporte biométrico que les permite moverse con libertad 90 días por la UE. Con la directiva activada, los ucranianos tendrían protección durante un período de un año prorrogable hasta un plazo máximo de tres años. Durante este período no solo tendrían derecho a residir sino también a trabajar.

Por el momento, la idea es enviar ayuda humanitaria a la zona fronteriza con el objetivo de apoyar a los países de primera línea a acoger a los refugiados. “Naciones Unidas estima que si la guerra continúa podría haber 18 millones de ucranianos afectados en términos humanitarios que podrían querer huir a un país vecino. Y según las estimaciones de ACNUR podría suponer 4 millones de refugiados y más de 7 millones de deslazados internos. Son estimaciones pero son cifras enormes y tenemos que estar preparados para esta emergencia”, ha dicho el comisario de ayuda humanitaria, Janez Lenarcic.