Ruptura diplomática

Rusia corta los contactos con la OTAN

Moscú clausura su delegación ante la Alianza Atlántica y ordena el cierre de la oficina del organismo en la capital rusa

Un coche con matrícula diplomática entra en el edificio que albergaba las oficinas de la OTAN en Moscú, este lunes.

Un coche con matrícula diplomática entra en el edificio que albergaba las oficinas de la OTAN en Moscú, este lunes. / DIMITAR DILKOFF

Marc Marginedas

Marc Marginedas

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Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia, ha anunciado este lunes la clausura de la oficina de representación de Rusia ante la OTAN como medida de represalia ante la reciente expulsión de ocho ciudadanos rusos adscritos a esta delegación, a los que se acusaba de ser "agentes no declarados de la inteligencia rusa". La Alianza Atlántica "no está interesada en un diálogo equitativo y en el trabajo conjunto", ha acusado el jefe de la diplomacia rusa.

"Como respuesta a las acciones de la OTAN, cesamos las actividades de nuestra misión permanente ante la Alianza, incluyendo el trabajo de nuestro principal representante militar, a partir del 1 de noviembre", ha proclamado Lavrov. A partir de ahora, todos los contactos y preguntas que pueda plantear la OTAN al Kremlin deberán canalizarse a través del "embajador de Rusia en Bélgica", ha continuado. Además, el responsable ruso ha informado de la retirada de la acreditación a todo el personal que trabajaba en la misión de la OTAN en Moscú, que tenía su sede en la embajada de Bélgica. "No vemos la necesidad de seguir pretendiendo que es posible" una normalización de las relaciones entre ambos bloques militares, ha concluido Lavrov.

La delegación militar rusa no había instalado sus oficinas en la sede de la OTAN sino en un barrio del sur de Bruselas, precisamente debido cuestiones de seguridad. Tampoco tenía grandes proyectos en cartera a desarrollar: la cooperación militar entre Moscú y el bloque atlántico, que en su día incluyó actuaciones en Afganistán y contra el terrorismo internacional, estaba paralizada desde 2014 a raíz de la anexión rusa de la península de Crimea. El principal organismo conjunto de cooperación, el denominado Consejo OTAN-Rusia (NRC, por sus siglas en inglés), no celebra reuniones desde julio de 2019, y en cada ocasión en que se convocaba un encuentro, elaborar una agenda de puntos a tratar se convertía en una ardua tarea, ya que en cada ocasión los representantes aliados planteaban incluir la cuestión de Ucrania.

Bloque occidental

En el bloque occidental, las reacciones a la decisión de Rusia no se han hecho esperar. Heiko Maas, ministro de Exteriores de Alemania, ha calificado de "lamentable" una medida que, en su opinión, "dificultará" el indispensable diálogo entre ambos bloques militares. "Hemos de reconocer que Rusia no está interesada" (en normalizar los contactos), ha destacado. La Alianza Atlántica, por su parte, ha asegurado que aún no tenía constancia escrita del cierre de la misión rusa.

La clausura de la oficina de representación rusa constituye una "decisión política" que "impide la normalización de los contactos" Rusia-OTAN, valora para EL PERIÓDICO Mijail Jodarenok, comentarista ruso de temas militares y coronel retirado. Pese a ello, dada la nula actividad de la cooperación militar entre ambas partes, este exmilitar ruso cree que sus consecuencias en términos prácticos serán muy limitadas. Más bien se trata de "la constatación" de que hoy por hoy, la cooperación militar entre Moscú y la Alianza Atlántica "es imposible".