Régimen de terror

Los talibanes retomarán las amputaciones y ejecuciones

"Cortar manos es sumamente necesario por razones de seguridad", sostiene un alto cargo del Gobierno afgano

Un grupo de talibanes patrulla por las calles de Afganistán, este jueves.

Un grupo de talibanes patrulla por las calles de Afganistán, este jueves. / STRINGER

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"Cortar manos es sumamente necesario por razones de seguridad". De este modo ha justificado el próximo regreso a Afganistán de los castigos severos, amputaciones y ejecuciones uno de los fundadores de los talibanes y actual encargado del sistema penitenciario del país centroasiático, Nurudín Turabi.

Estas prácticas draconianas fueron habituales durante la anterior etapa del grupo insurgente en el Gobierno, entre 1996 y 2001. Ahora, que ha regresado al poder tras la caótica salida de EEUU del país y vuelve a regir la 'sharía' (ley islámica), regresarán los escarmientos, ha asegurado Turabi en una entrevista con la agencia Associated Press.

Este dirigente talibán, de 60 años y que perdió una pierna y un ojo durante los combates contra la ocupación soviética, fue titular de Justicia y encabezó el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio durante el régimen anterior. En aquellos años, los talibanes llevaban a cabo sus macabros castigos en el estadio deportivo de Kabul o en la mezquita de Eid Gah frente a centenares de personas. Los asesinos recibían un tiro en la cabeza, normalmente de un familiar de la víctima que tenía la opción de perdonar la vida del acusado a cambio de un monto de dinero; a los ladrones se les amputaba una mano y, a los que robaban en la carretera, una mano y un pie.

"Todo el mundo nos criticaba por los castigos en los estadios, pero nosotros jamás los criticamos a ellos por sus leyes o sus castigos", ha subrayado Turabi antes de destacar que no van a aceptar que "nadie" les diga qué leyes deben aplicarse en Afganistán. "Seguiremos las directrices del islam y nuestras leyes estarán basadas en el Corán", ha añadido.

Juicios sin público

El alto cargo talibán también ha señalado que, a diferencia de lo que sucedía en los 90, cuando los juicios casi nunca eran abiertos al público y estaban dirigidos por clérigos islámicos, ahora los jueces serán los que dictarán las sentencias. También podrá haber juezas. No obstante, ha insistido en que la base jurídica será el Corán.

A pesar de sus mensajes de moderación de un primer momento, los talibanes formaron a principios de mes un gobierno con miembros de la línea dura del movimiento y los nombres de algunos de los ministros aparecen en las listas de terroristas más buscados.

El propio Turabi fue uno de los líderes más radicales de aquel Ejecutivo. Llegó a gritarle a una mujer periodista por estar en una sala junto a hombres y abofeteó a otro de los presentes que le recriminó tratar así a aquella mujer.

Desde que volvieron a tomar el poder los insurgentes, algunos residentes de Kabul se han quejado del trato abusivo de algunos combatientes que patrullan las calles de la ciudad, incluidos asesinatos y ejecuciones extrajudiciales, y también ha habido denuncias por represalias contra miembros del antiguo Gobierno y activistas sociales. En los primeros días en el poder, los talibanes prometieron una amnistía. El ministro de Defensa, el mulá Mohamad Yaqub, ha ordenado este viernes a sus milicianos que respeten la medida y no cometan actos de venganza.