Crisis política

El presidente de Túnez suspende la actividad parlamentaria y se atribuye plenos poderes ejecutivos

El primer ministro y el partido en el poder denuncian un "golpe de Estado" de Kais Saied, que ha tomado el control del país

Las protestas y enfrentamientos se suceden en la puerta del Parlamento donde el Ejército ha impedido el acceso a diputados y autoridades

Protestas en Túnez

Protestas en Túnez / DPA / EUROPA PRESS

Afp / Efe

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Túnez se enfrenta a una crisis política mayúscula después que este domingo el presidente del país, el ultraconservador Kais Saied, suspendiese la actividad parlamentaria y destituyese al primer ministro, Hichem Mechichi, para atribuirse plenos poderes ejecutivos tras la jornada de protestas contra las autoridades nacionales.

Saied anunció estas medidas "para salvar al país" tras una reunión de urgencia en el palacio presidencial de Cartago, en un momento en que Túnez se enfrenta a una fuerte ola de contagios de coronavirus y a una profunda crisis política que paraliza el país desde hace meses y que se ha acentuado durante las últimas horas.

Tras decretar la suspensión parlamentaria y del primer ministro, el partido islamista Ennahda, el más votado y principal fuerza política del parlamento y socio del ejecutivo, han acusado a Saied de haber perpetrado un "golpe de Estado" contra el Gobierno elegido en las urnas. La formación pidió a la ciudadanía manifestarse pacíficamente ante el Parlamento "para salvar la revolución".

Enfrentamientos en las calles

La drástica medida del presidente ha abierto la puerta a enfrentamientos a las puertas del Parlamento que se han saldado con varios heridos. Desde la mañana del lunes se han realizado protestas y altercados después que el Ejército haya impedido el paso a varios diputados, entre ellos el presidente del Parlamento y líder del partido islamista, Rached Ghannouchi. Un grupo de hasta 20 policías habría entrado en las oficinas de la televisión qatarí Al Jazeera sin autorización judicial para expulsar a sus trabajadores.

Los manifestantes de distinto signo político concentrados este lunes frente al Parlamento han sido separados por las fuerzas de seguridad presentes en la zona para evitar mayores daños, según ha informado el portal tunecino de noticias Kapitalis. Seguidores de Ennahda intentaron saltar las vallas de acceso a la cámara parlamentaria.

La noticia fue recibida con bocinazos de los coches en la capital Túnez, después de las protestas del domingo en numerosas localidades, en las que se pidió la "disolución del Parlamento".

"Esto es un golpe contra la democracia tunecina y su constitución. Túnez es la única historia de éxito de la primavera árabe y esta historia no termina aquí", afirmó el comunicado de Ennahda.

País fracturado

Esta misma noche, mientras algunas fuerzas políticas denunciaban esa maniobra, el presidente Saied se paseó por la céntrica avenida de Habib Bourguiba, donde fue acogido por decenas de sus seguidores al ritmo del himno nacional.

Miles de ciudadanos salieron este domingo a las calles para celebrar el anuncio del mandatario, que decretó el cese del jefe del Gobierno, Hichem Mechichi, y la suspensión del Parlamento durante 30 días así como la retirada de la inmunidad parlamentaria de manera inmediata de todos los diputados "para recuperar la paz social y salvar al Estado y la sociedad".

"Medidas excepcionales"

Said aseguró que asumirá la presidencia del Ejecutivo con ayuda de un nuevo primer ministro, que él mismo nombrará, durante el periodo de transición y defendió hacer uso del artículo 80 de la Constitución que recoge que en caso de "peligro inminente" el presidente puede tomar medidas "excepcionales" tras consultar con el jefe de Gobierno y el presidente del Parlamento.

Según dicho texto, el objetivo es garantizar un funcionamiento regular del poder público "lo antes posible" mientras que el Tribunal Constitucional -pendiente de creación desde 2015- debe supervisar dicho proceso y decidir sobre su extensión.

Antes de que el presidente adoptase esa medida, Túnez había visto como las protestas contra el gobierno habían derivado en episodios de violencia. Varias sedes regionales del partido Ennahda fueron asaltadas e incendiadas a lo largo del domingo en las diferentes manifestaciones que tuvieron lugar en todo el país para pedir la dimisión del ejecutivo nacional y la disolución del Parlamento por su gestión de la crisis sanitaria y el deterioro de las condiciones de vida.

El partido aseguró que esos actos fueron perpetrados por "grupos anarquistas, consternados por no haber logrado convencer a la opinión pública de sus creencias populistas y antidemocráticas".

Túnez inició su transición democrática en 2011 con la llamada "Revolución de los Jazmines", que puso fin a dos décadas de la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali. Aunque fue considerado el único país donde triunfaron las revueltas populares, desde entonces se han sucedido un total de diez gobiernos que han agravado todavía más la crisis económica y social.