Crisis sanitaria global

Aluvión de peticiones de vacunación en Francia tras la obligatoriedad del pasaporte covid

Tras los anuncios de más restricciones en el ocio, la cultura, bares y restaurantes, los franceses reservan en masa su cita para ser inmunizados 

El personal de hospitales, residencias geriátricas y centros para discapacitados tendrá que vacunarse antes del 15 de septiembre, a riesgo de "no poder trabajar y dejar de cobrar"

Macron aprueba en Francia unas polemicas medidas anticovid

Macron aprueba en Francia unas polemicas medidas anticovid. /

Irene Casado Sánchez

Irene Casado Sánchez

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El presidente francés lo dijo alto y claro: “Vamos a extender al máximo [el uso del] pase sanitario para incitar al mayor número posible de personas a vacunarse”. Y sus conciudadanos tomaron nota: tras la alocución del Emmanuel Macron, más de 1,3 millones de personas reservaron cita, a través de la principal plataforma de citaciones online -Doctolib- para recibir la primera dosis de las vacunas contra el covid. “Una movilización récord”, resume el cofundador de la compañía, Stanislas Niox-Chateau, en su cuenta de Twitter. 

Con el objetivo de frenar la reaceleración de la epidemia, a partir del próximo 21 de julio, el pase sanitario -un documento digital que contiene un certificado de vacunación o de inmunización por haber contraído la enfermedad o una prueba PCR o de antígenos negativa- será indispensable para acceder a los espacios de ocio y cultura que reúnan a más de 50 personas: parques de atracciones, conciertos, festivales, cines y teatros incluidos. Si bien esta medida afecta a todos los mayores de 12 años, el Elíseo ha comunicado, sin dar detalles, que la norma se flexibilizará para los jóvenes de 12 a 18 años y para el personal de los centros culturales y de recreo. 

El pase sanitario se extiende

cafés y restaurantes

Este "pase" también será necesario en las terrazas: “En una terraza, es necesario asegurarse de que se respetan las distancias. Y serán los dueños de los restaurantes [y bares] los que tendrán que comprobar que los clientes tienen un pase sanitario -precisó esta mañana la ministra de Trabajo, Elisabeth Borne-. A continuación, la policía y las fuerzas del orden certificarán que el responsable del establecimiento realiza estas comprobaciones”. Una medida que levanta ya la cólera en el sector. 

El acceso al ocio y la cultura queda así sujeto a la vacunación o a una prueba covid negativa y, teniendo en cuenta que a partir del próximo otoño los test PCR dejarán de ser gratuitos -salvo prescripción médica-, el alud de peticiones de citas para recibir la inmunización no se hizo esperar. Según Stanislas Niox-Chateau, “el 65% de las citas” reservadas tras el discurso del presidente atañen a “personas menores de 35 años”.

Abocados a quedarse en paro

A la extensión del certificado sanitario se suma la vacunación obligatoria para todos los empleados, sin distinción, de hospitales, residencias geriátricas y centros para personas discapacitadas. Las personas concernidas tendrán dos meses para ser vacunadas, a partir del 15 de septiembre, comenzarán los controles y, por ende, se decretarán sanciones. Aquellos que no respeten la norma “no podrán trabajar y dejarán de cobrar", detalló este martes el ministro de Sanidad, Oliver Véran. Según la responsable de Trabajo, los afectados también se arriesgan a una suspensión, antes de "una amonestación " o incluso "un despido". 

El proyecto de ley sobre la vacunación obligatoria del personal sanitario y la ampliación del pase sanitario se presentará este martes al Consejo de Estado y la próxima semana al Consejo de Ministros.