El 'Ocean Viking' rescata a 132 migrantes en el Mediterráneo en cuatro días

El barco de rescate 'Ocean Viking', perteneciente a la organización humanitaria SOS Méditerranée y el único que opera en estos momentos en el Mediterráneo Central, ha restado ealizado en las últimas horas varias operaciones de salvamento que le han llevado a rescatar a 132 migrantes que viajaban en penosas condiciones.

La organización ha comunicado que el último rescate, el cuarto en cuatro días, se produjo el sábado en la zona cercana a Malta. Un total de 67 personas fueron rescatadas de la embarcación de madera en la que viajaban cuando estaba a punto de volcar. Entre los rescatados había cuatro mujeres que viajaban solas, un niño y 20 menores que no iban acompañados. Horas antes habían tenido que rescatar a otras 21 personas, incluidos cuatro menores, que iban en un bote de fibra de vidrio repleto de agua y gasolina.

El viernes recogieron a otras 44 personas en otras dos operaciones de salvamento, momento en el que la presencia de una patrullera libia puso en peligro la operación. No es la primera vez que las patrulleras libias (que emplean buques adquiridos a la marina italiana) entorpecen las operaciones de rescate. En este sentido la fiscalía de Agrigento (Sicilia, sur de Italia) ha abierto una investigación sobre el ataque perpetrado el pasado miércoles por un barco de la guardia costera libia, desde el que se disparó a un bote con migrantes en la zona de búsqueda y rescate de Malta.

La apertura del expediente por un posible delito de intento de asesinato se produjo tras el escrito presentado por la ONG Sea-Watch International, que el jueves alertó en redes sociales de que miembros de la organización que viajaban en su avioneta Seabird habían visto y grabado el ataque.

Las autoridades italianas mantienen bloqueadas por presuntas irregularidades otras cinco naves humanitarias: la Sea Eye 4, el Alan Kurdi y los Sea Watch 3 y 4, a las que se sumó ayer el Geo Barents, de Médicos Sin Fronteras.

En los primeros seis meses del año, más de 720 personas murieron en el mar y unas 15.000 fueron interceptadas por los guardacostas libios y devueltas ilegalmente a Libia, un puerto que no es seguro y donde los migrantes sufren torturas y hasta violaciones sexuales, según las ONG de rescate en un comunicado recogido por la agencia Efe.