Carrera a las urnas

Un frente común, la quimera de la izquierda francesa

Las formaciones progresistas debaten un eventual frente común cara a las elecciones presidenciales de 2022

Plataformas ciudadanas, ejemplos a seguir en materia de convergencia, se han sumado a la iniciativa

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo.

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo. / AFP

Irene Casado Sánchez

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¿Presentará la izquierda francesa un candidato único a las elecciones presidenciales de 2022? A un año de la cita con las urnas esta hipótesis parece poco probable, sin embargo, las formaciones progresistas comparten un objetivo común: unir sus fuerzas para evitar el duelo entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen que vaticinan las encuestas. El pasado 17 de abril, a iniciativa del líder ecologista y potencial aspirante a la carrera hacia el Elíseo, Yannick Jadot, representantes de todo el espectro de izquierdas se dieron cita en un hotel parisino para crear un eventual frente común. Este lunes, bajo la misma premisa, aunque esta vez sin imagen de familia, se retomaron las discusiones con la participación de varias organizaciones de la sociedad civil.  

"¿Una reunión? ¿Qué reunión?", se habría interrogado el líder socialista, Olivier Faure, al ser preguntado por la nueva cita. "No tengo ese encuentro en mente", habría lanzado un líder comunista. "La reunión está en la agenda", habrían terminado por confirmar desde las filas ecologistas. Estas dispares declaraciones, evocadas por numerosos medios franceses, dan prueba de la confusión que gira en torno a este proyecto de convergencia que, a la luz de las encuestas, parece indispensable: a día de hoy, ningún candidato de izquierdas conseguiría pasar a la segunda vuelta del escrutinio presidencial.

Ejemplo a seguir

El objetivo de la jornada, organizada por la Fundación Europea del Clima bajo la batuta de su presidenta, Laurence Tubiana, se centró en escuchar las propuestas y reivindicaciones de tres plataformas ciudadanas: Poder vivirNunca más  y 2022 o jamás.

La primera, demostrando que la convergencia no es una utopía, reúne a 19 organizaciones diferentes destinadas a promover de manera conjunta la ecología y las cuestiones sociales. "Respaldar colectivamente 66 propuestas del pacto ecológico y social [...] que permitirán luchar contra el cambio climático, frenar la erosión de biodiversidad y mejorar la vida cotidiana de los ciudadanos", es la misión de este paquete de ideas resultado de "los debates y del trabajo colectivo realizado en el seno de los partidos, lo más cerca posible de sus partidarios, afiliados y militantes", explican en su página web.

La segunda agrupa a ocho organizaciones y sindicatos como Greenpeace, Oxfam, Attac o la CGT, unidos para defender medidas urgentes y comprometidas que provoquen cambios políticos profundos en materia social y ecológica. En el origen de su formación aparece la pandemia de coronavirus que "revela de forma trágica las disfunciones del capitalismo neoliberal y productivista, así como las disfunciones de la actual gobernanza mundial", apunta el colectivo. "La situación requiere que afrontemos juntos las urgencias ecológicas, sociales y democráticas", añade. De nuevo, la creación de un frente común aparece como una necesidad vital. 

"Evitar cinco años de liberalismo o neofascismo" 

La tercera, y quizás la más transcendental cara a las próximas elecciones a la jefatura del Estado, tiene como cometido organizar unas primarias populares en otoño para designar un candidato común para la izquierda y los ecologistas. "Frente a las urgencias económicas, sociales y ecológicas, 2022 es una elección crucial para nuestro futuro. Nuestro objetivo: permitir a los ciudadanos hacer emerger una candidatura ganadora, en torno a un proyecto ecológico, democrático y social. Una candidatura ciudadana sin precedentes, para dar voz a todos", explica la asociación. Para sus miembros, la mayoría jóvenes activistas, detalla Samuel Grzybowski, fundador de Encuentro de Justicias, en el origen del movimiento, "esta es la elección del siglo", ya que se trata de evitar "cinco años de liberalismo o neofascismo", representados respectivamente por Macron y Le Pen. Presentar una única candidatura de izquierdas es, según 2022 o jamás, una condición indispensable para evitar el oligopolio de la derecha.

La unidad, ¿requisito esencial? 

A pesar de la importancia de las cuestiones a tratar, algunos invitados no acudieron al encuentro del lunes. El alcalde ecologista de Grenoble, Éric Piolle, estimó en las páginas de 'Le Parisien' que "sin un candidato designado y a un año de las elecciones presidenciales, estos debates son responsabilidad de los partidos políticos, no de los candidatos putativos". En este contexto, tal ejercicio podría convertirse en una "operación de comunicación", advirtió. El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, que no renunciará a su candidatura, tampoco asistió a la reunión, aunque envió a un representante de sus filas. El candidato comunista Fabien Roussel siguió la misma estrategia. La alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, en viaje oficial, también se ausentó. 

"Nunca los electores ecologistas, insumisos y socialistas han pedido tanto la unidad", aseguró este mismo lunes Benoît Hamon, candidato socialista a las elecciones presidenciales de 2017. "Saben que si hay dos o tres candidatos no hay posibilidad de pasar a la segunda vuelta [...] La única hipótesis en la que podríamos estar [...] en condiciones de enfrentarnos a Marine Le Pen, es la de la unidad", advirtió.

El peligro es evidente, pero la unión no parece estar a la vuelta de la esquina. Por ahora, las formaciones de izquierdas se conforman con un pacto de no agresión entre sus propias fuerzas políticas.

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