Las tensiones por el Brexit fuerzan la dimisión de la ministra principal de Irlanda del Norte

Arlene Foster cesará a finales de mayo como líder del Partido Unionista Democrático (DUP) y un mes más tarde como ministra principal de Irlanda del Norte, cargos que ostenta desde 2015. Foster dio a conocer su decisión 24 horas después de que comenzara a circular una carta retirándole la confianza y pidiendo su marcha. La petición habría sido firmada al parecer por la mayoría de los representantes del partido, tanto en el Parlamento de Westminster como en la Asamblea de Stormont, lo que hacía inevitable su salida.

A Foster los suyos la culpan de haber sido demasiado confiada al creer al primer ministro Boris Johnson cuando le aseguró que no habría una frontera entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña a consecuencia del Brexit. La realidad ahora es que la frontera existe y está creando cuantiosos problemas, incluidos incidentes violentos en las últimas semanas.  

A un año de las elecciones al Parlamento autonómico, el DUP teme que el Brexit les pase factura en las urnas, ante el descontento general en la comunidad unionista que se siente traicionada. La manera en que Foster ha manejado el protocolo ha sido criticada por los partidarios de la línea dura en su partido, exigiendo tácticas más contundentes. Durante su mandato también, las luchas con el Sinn Féin provocaron que el Gobierno compartido con los republicanos estuviera suspendido durante tres años.  

Misoginia

Foster ha sido la primera mujer en dirigir Irlanda del Norte, rodeada de elementos masculinos poco acostumbrados a la presencia femenina en el poder. "Comprendo las criticas misóginas que las mujeres que son figuras públicas tienen que encajar y desgraciadamente es lo mismo para todas las mujeres en la vida pública. Quiero animaros a seguir y no dejar que los linchadores os tumben", ha asegurado en el comunicado en el que este miércoles ha anunciado su renuncia.