El reto migratorio
Biden reabre las puertas de EEUU a los solicitantes de asilo varados en México
El nuevo presidente rescinde la política de Trump que obligaba a los inmigrantes a esperar en el país vecino la resolución judicial de sus solicitudes
La Casa Blanca acaba formalmente con la emergencia nacional en la frontera y el desvío de fondos para la construcción del muro
Ricardo Mir de Francia
Periodista
Especialista en política internacional y reportero. Fue corresponsal en Washington durante una década, donde cubrió las presidencias de Obama, Trump y los inicios de Biden. Antes estuvo otros seis años en Oriente Medio. Licenciado en Periodismo por la Pompeu Fabra y con estudios de posgrado en Derecho Internacional, se ocupa actualmente de la guerra en Ucrania. Interesado también en temas de investigación, geopolítica de la energía, cambio climático y economía.
La política migratoria de Estados Unidos sigue cambiando a marchas forzadas desde que Joe Biden llegara a la Casa Blanca. Un día después de que su Administración acabara oficialmente con la emergencia nacional decretada por Donald Trump en la frontera de México, una medida que servirá para frenar al desvío de fondos públicos a la construcción del muro fronterizo, el nuevo presidente ha rescindido otro de los pilares de las políticas de mano dura de su predecesor. A partir del 19 de febrero, su Gobierno permitirá a los solicitantes de asilo permanecer en Estados Unidos mientras esperan la resolución judicial de sus casos. Hasta ahora tenían que quedarse en México, en muchos casos, en escuálidos campos de refugiados descritos como “inhumanos” por las organizaciones humanitarias.
El anuncio del Departamento de Seguridad Interior da por concluido el Protocolo de Protección Migratoria, también conocido como ‘Permanecer en México', aprobado en 2019 para obligar a los solicitantes de asilo a esperar al otro lado de la frontera mientras los jueces dan una respuesta a sus solicitudes, unos trámites que se pueden prolongar durante meses o años. Trump justificó esa política por la necesidad de frenar los abusos del sistema, que llevan a algunos inmigrantes a desaparecer mientras sus casos se resuelven para quedarse irregularmente en Estados Unidos. Actualmente hay unas 25.000 personas varadas en México con casos abiertos en las cortes inmigratorias estadounidenses. La intención de la Administración Biden pasa por autorizar la entrada de unos 600 al día, lo que permitirá aliviar las dramáticas condiciones en las que muchos viven en varios campos y refugios de la frontera mexicana.
“Esta gente lleva demasiado tiempo en México y han sido incapaces de ocuparse de sus casos”, ha afirmado un alto cargo gubernamental. Pero la Casa Blanca también se ha apresurado a aclarar que los cambios afectan únicamente a aquellos con casos abiertos en los tribunales. “Nadie nuevo debería viajar a la frontera porque las autoridades federales solo atenderán a aquellos que están esperando bajo el MPP”, han añadido sus portavoces refiriéndose al Protocolo de Protección Migratorio.
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