Un divorcio complicado

El lenguaje bélico y la hostilidad hacia Europa envenenan el ambiente en el Reino Unido

Manifestantes anti-brexit muestran pancartas al paso del negociador de la UE, Michel Barnier, este lunes en Londres.

Manifestantes anti-brexit muestran pancartas al paso del negociador de la UE, Michel Barnier, este lunes en Londres. / periodico

Begoña Arce

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"Merkel quiere que Gran Bretaña 'se arrastre sobre cristales rotos'". La cancillera alemana, Angela Merkel, es una "luterana" que no confía en el "libertino" Boris Johnson. Ella y el presidente francés, Emmanuel Macron, son los "arrogantes" "saboteadores" de un posible acuerdo post-Brexit. A pesar de que las negociaciones se han vuelto a prolongar, la prensa británica ultraconservadora se lanza en contra sus principales vecinos europeos, con una hostilidad creciente.

Las evocaciones continúas a la Segunda Guerra Mundial sustentan una retórica nacionalista antigermana, que alienta prejuicios y xenofobia. Si a mediados de esta semana el dedo acusador apuntaba hacia Macron, como obstáculo para alcanzar un acuerdo sobre la pesca, ahora se torna hacia Merkel que "está detrás de la línea dura" de la Unión Europea. "La hija de un pastor luterano", que perteneció "a las juventudes comunistas", alguien "con una rigidez autoritaria, odiada en la mayor parte del sur de Europa". "Ella es la que debe asumir la mayor responsabilidad por la calamitosa negociación dela EU", escribe Douglas Murry en el 'Mail on Sunday'. La alusión en portada a los "cristales rotos" tiene en la historia alemana durante el nazismo, connotaciones especialmente dolorosas.

Irresponsable parodia

El anuncio de que buques de guerra estarán listos para desplegarse y defender los caladeros británicos de posibles incursiones de pescadores franceses se jalea como "la nueva Batalla de Trafalgar". Una retórica belicosa que la alarma al propio Tobis Ellwood, diputado conservador, presidente del Comité de Defensa del parlamento, que ha juzgado la amenaza de "irresponsable". El escritor Robert Harris ve a las patrullas navales "como una parodia de nuestro antiguo poder" marítimo británico. "Si se hunde un simple barco de pesca, los pescadores franceses van simplemente a bloquear Calais. Es una locura nacional".

En las redes sociales los europeos que viven en el Reino Unido ven "el renacimiento de todos los estereotipos" y temen convertirse en el blanco de futuros ataques, cuando los británicos "se desayunan cada día con una dieta de xenofobia", en "una atmósfera en el país que empieza a estar cada vez más envenenada".