El futuro de Europa

Londres y Bruselas se dan la última oportunidad para evitar el Brexit duro

El pesimismo crece y se adueña de las negociaciones postbrexit

Según Michel Barnier, las negociaciones no deberían prolongarse más allá del miércoles

La pesca, la competencia y la gobernanza siguen siendo el gran obstáculo a superar

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la de la Comisión, Ursula von der Leyen, en una rueda de prensa.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la de la Comisión, Ursula von der Leyen, en una rueda de prensa. / periodico

Begoña Arce
Silvia Martinez
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Esta vez sí son horas decisivas en la negociaciones del acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Reino Unido pero se presentan rodeadas de pesimismo y bajo un bloqueo que, a día de hoy, sigue siendo total. De ahí la decisión este lunes de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Boris Johnson, de encargar a sus respectivos equipos que preparen un balance sobre las diferencias que todavía persisten y que abordarán al máximo nivel político durante una reunión cara a cara que tendrá lugar en Bruselas en los próximos días.

“Estamos de acuerdo en que no se dan las condiciones para finalizar un acuerdo debido a las diferencias significativas que restan sobre las tres cuestiones críticas: la igualdad de condiciones, la gobernanza y la pesca”, señalan en un comunicado conjunto emitido este lunes tras hora y media de conversación telefónica, la segunda en las últimas 48 horas. “Hemos pedido a los negociadores jefe y a sus equipos que preparen un balance sobre las diferencias que quedan para ser discutidas en una reunión física en Bruselas en los próximos días”, prosiguen en el escueto comunicado en el que no fijan fecha.

Este anuncio confirma el desplazamiento de Johnson a la capital comunitaria para intentar desatascar cara a cara una negociación que, visto el bloqueo, necesita de un empujón al más alto nivel político. Y es que, a 24 días de la desconexión total, la última ronda negociadora entre Michel Barnier y el británico David Frost, que arrancó el domingo en Bruselas, no ha dado resultados y el temor a un Brexit sin acuerdo ha empezado a tomar cuerpo de nuevo.

Barnier ha explicado este lunes a los Veintisiete que ha habido “algunos progresos” pero que a día de hoy “persisten las divergencias” sobre los tres grandes obstáculos. “Me gustaría dar noticias más positivas pero en este momento estas negociaciones parecen estar estancadas”, ha lamentado este lunes el ministro de exteriores irlandés, Simon Coveney, tras escuchar el mensaje transmitido por un "cauteloso" Barnier a los embajadores de los Veintisiete.

Miércoles, fecha límite

Según ha trasladado en una reunión posterior con eurodiputados, la fecha límite parar cerrar un acuerdo es este miércoles, un día antes de la reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE en Bruselas. “Más allá del miércoles nos encontraremos en una reunión del Consejo Europeo y creo que si no hay acuerdo, el jueves los líderes empezarán a pensar en los planes de contingencia para un no acuerdo”, ha admitido Coveney. De momento, nadie en la capital comunitaria se atreve a hacer apuestas. “No sabemos qué va a pasar. Si va a haber acuerdo o no”, ha explicado un diplomático europeo. “Son horas decisivas para las relaciones entre la UE y el Reino Unido. Es ahora o nunca”, estima la misma fuente.

Pese al impasse, este lunes también se ha visto algún gesto de buena voluntad de Londres. Johnson se ha comprometido a retirar las polémicas cláusulas de la ley de mercado interior, que burlaban el Acuerdo de Retirada, sobre el protocolo para la frontera entre las dos Irlandas. Aunque a última hora, y ante la falta de avances, persistía la duda de si Johnson va a arriesgarse a una salida caótica sin acuerdo alguno. En la Cámara de los Comunes, Penny Mordaunt, miembro del gabinete del primer ministro, ha dado a entender que así será. “Estamos en un momento crítico en las negociaciones. Todos trabajan para lograr un acuerdo. Pero el único acuerdo que es posible es uno que sea compatible con nuestra soberanía. Aunque es preferible un acuerdo, estamos dispuestos a marcharnos, en términos similares a los de Australia”. Es decir, según los términos de la Organización Mundial de Comercio.