RELACIONES CONTROVERTIDAS

Una empresa estatal de Bielorrusia que represalió a sus trabajadores expuso maquinaria agrícola en Lleida

La empresa de tractores MTZ Belarus aterriza en Lleida en la Feria de Sant Miquel para abrir mercado en el sur de Europa.

La empresa de tractores MTZ Belarus aterriza en Lleida en la Feria de Sant Miquel para abrir mercado en el sur de Europa. / periodico

Víctor Vargas Llamas / Marc Marginedas

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<strong>MTZ Belarus</strong>, uno de los principales conglomerados industriales de Bielorrusia, propiedad del Gobierno de Aleksándr Lukashenko y dedicada a la fabricación de tractores, participó el pasado septiembre en la <strong>Fira de Sant Miquel</strong>, un salón dedicado a la maquinaria agrícola que se organiza anualmente en Lleida, pese al relevante papel jugado por la dirección de la empresa en la represión posterior a las elecciones presidenciales de agosto, calificadas de "fraudulentas" por la oposición.

Según han denunciado desde Minsk a EL PERIÓDICO trabajadores de la compañía, una cincuentena de compañeros que se declararon en huelga como gesto de solidaridad con los manifestantes encarcelados y apaleados por la policía fueron fulminantemente despedidos en los días siguientes a los comicios. La Fira de Lleida, organizadora de esta importante cita comercial que cuenta con financiación de la Generalitat de Catalunya, ha declinado responder a los reiterados mensajes y llamadas telefónicas realizados por este diario.

Fuentes de la institución lleidatana tan solo han explicado, de forma extraoficial, que "no es posible" investigar a "todas las empresas" que acuden a la Fira. "Imagínese; sería como pedir a los organizadores del World Mobile Congress que examinasen a sus participantes", han continuado. Al margen de estas declaraciones bajo anonimato, no ha sido posible recabar ninguna información adicional sobre las actividades de MTZ Belarus en suelo catalán a principios de otoño, las posibles ventas o contratos cerrados, ni tampoco sobre la intención de la Fira de seguir invitando o no a la empresa bielorrusa en citas futuras.

Todo lo que se ha podido conocer de la participación de MTZ Belarus en Lleida ha sido obtenido a través de la asociación RAZAM de Bielorrussos de Catalunya, quienes enviaron varias cartas a la Fira que quedaron sin respuesta e incluso llevaron a cabo acciones de protesta en la misma Lleida durante la celebración del evento. "Vimos en un periódido dos días antes del inicio de la feria un anuncio sobre la presentación de MTZ; decidimos convocar una protesta con el máximo de personas permitido por las restricciones de la pandemia: 10", ha explicado Lena Turava, presidenta de la organización. "Nos manifestamos delante del recinto, pero ellos se escaparon por la puerta de detrás", ha continuado. RAZAM ha identificado a través de las redes sociales a uno de los directivos que acudieron a Catalunya. Se trata de "Serguéi Anatólievich Abramenko", vicepresidente de la sección de calidad. 

Temor entre la plantilla de MTZ

Desde la capital bielorrusa, Vadim Payvin, uno de los trabajadores huelguistas, ha explicado a través del teléfono cómo la dirección de la empresa ha colaborado con el régimen de Lukashenko en la represión. "A mi me detuvo la policía en el mismo lugar de trabajo, y estuve en prisión durante tres días; temiendo ser arrestado de nuevo bajo acusaciones más graves, no fui a trabajar durante una jornada; cuando acudí al día siguiente, me comunicaron mi despido. La razón oficial: ausencia injustificada", explica. Según sus cálculos, desde agosto, "unos 50 trabajadores han sido despedidos u obligados a firmar cartas de renuncia" por motivos similares. Payvin sostiene que entre la plantilla se ha extendido un sentimiento de temor: "Algunos temen perder el trabajo y no creen que el fondo de solidaridad pueda ayudar a sus familias a no pasar hambre, otros no creen que la huelga pueda dar resultado alguno". 

Pese a que la participación de MTZ Belarus en Lleida no viola las sanciones decretadas por la UE contra el régimen de Lukashenko, tanto Turava como Payvin han respaldado medidas para impedir que la empresa pueda vender maquinaria en Catalunya, apelando a la ética. "No puedo creer que las autoridades (de Catalunya) colaboren con un régimen así; o no saben lo que pasa o no lo entiendo; en un país democrático, como mínimo no es ético", ha criticado Turava. "Para mí es una cuestión difícil; como trabajador quiero que nuestros tractores se vendan por todo el mundo y que nuestro trabajo sea reconocido, pero a la vez MTZ paga a la dictadura", ha admitido Payvin.              

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