colapso sanitario

Italia registra 580 muertos por covid en 24 horas, el peor dato desde mediados de abril

Un paciente recibe oxígeno en su coche mientras espera a ser atendido en Nápoles.

Un paciente recibe oxígeno en su coche mientras espera a ser atendido en Nápoles. / periodico

Rossend Domènech

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La pesadilla regresa a Italia, que ha alcanzado este martes los 580 muertos por coronavirus en 24 horas y un índice de positivos del 27,04% (524 por cada 100.000 habitantes), con un total de 28.633 hospitalizaciones respecto a las 29.000 de la pasada primavera. Se trata del peor dato en víctimas mortales desde mediados de abril.

Los hospitales del país se encuentran colapsados y el Ministerio de Salud ha señalado que "en una semana" no habrá plaza para las nuevas emergencias. El Instituto Superior de Sanidad (ISS) considera que "se corre el riesgo de que la pandemia pase a ser incontrolable". "Nuestro país sobrepasa los niveles indicados por la UE", ha reconocido Silvio Busaferro, presidente del organismo.

El lunes fueron ingresadas 1.196 personas y este martes 997, y el número de contagiados desde el inicio de la pandemia asciende ya a 999.463. La tasa de contagio (Rt) ha subido al 1,7 de promedio nacional, con algunas autonomias, como el Valle de Aosta, que sobrepasan el 2%.

Largas colas en Nápoles

En Nápoles, pero también en numerosas ciudades del norte, las ambulancias esperan hasta dos días en la calle para descargar a los enfermos que llevan. Y algunos pacientes deben ser atendidos en el interior de sus vehículos que forman largas colas frente a los hospitales. En Piamonte (Turín) y en la Toscana (Florencia) están adaptando salas de congresos como ucis de emergencia. En Latina, al sur de Roma, se han retirado los bancos de la iglesia de Santa María Goretti para preparar la capilla como hospital de campaña y lo mismo sucede en varias iglesias del norte de Italia. En Monza, provincia de Milán, el 10% de los 3.000 médicos son positivos por covid-19. Y la ciudad de Milán está exportando enfermos a hospitales del resto de la región de Lombardía desde la pasada semana.

La situación en la península llevó la semana pasada al Gobierno a dividir el país en tres zonas de gravedad (amarillo, naranja y rojo) y este martes introdujo a otras cinco en el nivel naranja.

Actualmente, Lombardía (Milán), Piamonte (Turín), Valle de Aosta (Aosta) y Calabria (Reggio Calabria) son zonas rojas, lo que comporta un confinamiento total, aunque más suave que el de la pasada primavera. Apulia (Bari), Sicilia (Palermo), Abruzos (L’Aquila), Basilicata (Potenza), Liguria (Génova), Umbría (Perugia) y la Toscana (Florencia) son zona naranja.

Otras ocho regiones están en zona amarilla y quedan por evaluar las de Lazio (Roma) y Campania (Nápoles), donde el alcalde de la capital, Luigi de Magistris, está enzarzado en una incomprensible guerra política con el presidente de la región, Vincenzo de Luca, de su mismo partido. El primero se ha preciado en público de poder "bloquear la ciudad cuando quiera", lo que ha levantado algunas dudas sobre sus conexiones con quienes se manfiestan con violencia contra las órdenes nacionales de cierres parciales.

Temor a una reacción popular

La inclusión de Campania en una zona naranja o roja, como muchos especialistas reconocen que debería estar, podría levantar una reacción popular (Nápoles es la ciudad más poblada de Italia) de difícil control, a causa del interés de la Camorra -la mafia local- en atizar el fuego de las protestas por unos cierres que perjudican sus negocios ilegales. "La zona roja en Campania es necesaria", han dicho los médicos de familia en un documento que retrata su imposibilidad de hacer frente a los cometidos que las normas les imponen: en la capital, un enfermo de covid-19 puede tener que guardar cuarentena hasta un mes, esperando de ser atendido.

El ISS aseguró este martes que otras cuatro autonomías deben pasar a un grado superior de gravedad. Son Campania(Nápoles), Emilia Romaña (Bolonia), Véneto (Venecia) y Friuli (Udine).

Mientras, se está replanteando el mismo problema de la pasada primavera en lo que respecta a las residencias de ancianos, con Milán a la cabeza en decisiones que están provocando la estupefacción del país. En la última semana, los residentes enfermos de covid-19 que no pueden ingresar en los hospitales debido al colapso sanitario son trasladados de nuevo a las residencias, con el resultado de que pueden contagiar a ancianos sanos y al personal de servicio. El diario 'Domani' ha publicado este martes el resultado de una larga investigación sobre la gestión de numerosas residencias del norte por parte de la 'Ndrangheta, la mafia de Calabria. En primavera, la mitad de los muertos por covid-19 en Italia fueron ancianos mayores de 75 años.