Votando en Francia con guantes de látex

Votaciones en un colegio electoral de París, el pasado 15 de marzo

Votaciones en un colegio electoral de París, el pasado 15 de marzo / periodico

Eva Cantón

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Como auguraban los sondeos, el temor ante la propagación del coronavirus ha provocado una caída de la participación en la primera vuelta de las elecciones municipales que se celebran este domingo en Francia. Según los datos del Ministerio del Interior, a las 17 horas había votado solo el 38,77% del censo, 16 puntos menos que en 2014 (54,72%).

Los electores se ven obligados a respetar estrictas medidas sanitarias en el momento de ejercer el voto. En el interior de los colegios electorales hay además gel hidro alcohólico y prácticamente todos los votantes salen frotándose las manos con el líquido desinfectante.

"No queda otro remedio!", suspira Marianne, de 56 años, en las puertas de su colegio electoral situado cerca del Canal Saint Martin de París. Otra señora lleva guantes de látex y su propio bolígrafo. La jornada transcurre con normalidad, la cadencia es tranquila y la gente respeta sin problemas la distancia preventiva de un metro entre un votante y otro. Una marca en el suelo indica la línea en la que debe aguardar antes de aproximarse a la urna.

“Hay el menor contacto posible, nadie toca nada y en general es todo muy tranquilo”, prosigue Marianne, que hubiera preferido un aplazamiento de las elecciones.

Muchos presidentes regionales también habían pedido, sin éxito, al Gobierno posponer los comicios a la vista de que el país se encuentra en la fase 3 de la alerta sanitaria, es decir que el virus circula por todo el territorio, y especialmente después de que el Ejecutivo decretara el cierre de restaurantes, cafés, cines, discotecas y en general todos los establecimientos no esenciales.

El Elíseo mantuvo la postura anunciada el pasado jueves por Emmanuel Macron de seguir adelante con la primera vuelta de los comicios para "garantizar la continuidad de la vida democrática" a pesar de que un colectivo de especialistas sanitarios habían pedido al presidente anularlos para "proteger la salud y la vida de cada uno de nuestros conciudadanos".

"De no hacerlo se expondría todavía más a este peligro, porque no estamos más que al principio de esta epidemia", alertan los expertos en una tribuna publicada en la web Atlantico.

No es la Tercera Guerra Mundial

Matthieu y Olivia, de 35 años y embarazada de seis meses, admiten que la apertura de los colegios electorales en plena pandemia plantea algunas cuestiones pero entienden que se mantenga el escrutinio por la importancia que tiene para el funcionamiento de la sociedad. "No se puede poner al mismo nivel el cierre de restaurantes y el de los colegios electorales", señala Olivia tras haber votado.

Sandrine, de 54 años, cree por su parte que hay más riesgo de contagiarse en los transportes públicos o en la cola de la panadería que yendo a votar. "El Gobierno es un poco incoherente", suspira.

"Tampoco es la Tercera Guerra Mundial!. Solo hay que tener un poco de cuidado y ya está!”, exclama Thierry, de 69 años, firme partidario de mantener las elecciones porque son "una piedra esencial de la democracia".

Escenario alarmante

La tranquilidad de algunos votantes contrasta con la opinión de los expertos en epidemiología. Según el diario Le Monde, que ha consultado las estimaciones del impacto del virus realizadas por los científicos que asesoran a Macron, el escenario para Francia es alarmante si no se toman medidas de prevención o contención.

En el peor de los casos, es decir asumiendo la hipótesis de una transmisibilidad y mortalidad probable de las más elevadas, el Covid-19 podría causar entre 300.000 y 500.000 muertos. Francia necesitaría además entre 30.000 y 100.000 unidades de cuidados intensivos para atender a los pacientes en el pico de la epidemia.

Este estudio lo ha realizado el epidemiólogo Neil Ferguson, del Imperial College de Londres, cuyo equipo asesora a diferentes gobiernos europeos para establecer distintos escenarios de progresión de la enfermedad apoyándose en análisis de diferentes pandemias gripales y la evaluación de las intervenciones posibles para frenar la propagación de un virus, como el cierre de colegios, la cuarentena de las personas infectadas o el cierre de fronteras.

Los resultados para el caso francés, agrega Le Monde, se presentaron en el Elíseo el jueves 12 de marzo, horas antes de que Emmanuel Macron dirigiera un mensaje solemne a la nación para explicar la urgencia de la situación provocada por el coronavirus.

“Hay dudas respecto a las hipótesis tenidas en cuenta y al comportamiento del virus –porcentaje de asintomáticos, transmisibilidad e impacto de las medidas de cuarentena- pero incluso dividiendo por 2, 3 o 4 es una situación muy seria”, advierte Simon Cauchemez, epidemiólogo del prestigioso Instituto Pasteur de París.

En cualquier caso, las medidas de distanciamiento social adoptadas por el Gobierno francés no empezarán a dar sus frutos hasta dentro de varias semanas, si se tiene en cuenta que el virus tiene un periodo medio de incubación de cinco días, por lo que el responsable del Instituto Pasteur avisa de que es de esperar un aumento del número de casos graves en las dos o tres próximas semanas.