El multitudinario 8-M se convierte en otra protesta contra el presidente chileno

Al menos medio millón de mujeres ganaron las calles de Santiago y otras ciudades de Chile como parte de las actividades del 8-M que, en los hechos, se convirtieron en una nueva protesta contra el Gobierno del presidente Sebastián Piñera . "Sabemos que hoy día vamos a hacer historia", dijo Javiera Manzi, la portavoz de la Coordinadora Feminista 8-M, cuando despuntaba el domingo. Con el correr de las horas, sus predicciones se habían cumplido holgadamente. La multitud ocupó la Alameda, una de las principales avenidas de la capital y avanzó hasta las inmediaciones de la sede del Poder Ejecutivo, el Palacio de la Moneda.

La manifestación se desplegó al compás de las cacerolas y  "El violador eres tú", el canto contra la violencia de Las Tesis. Pero también fueron insistentes las consignas contra las autoridades políticas y a favor del "sí" en la consulta popular del 26 de abril sobre la reforma de la Constitución. A diferencia de otras movilizaciones, y a pesar del fuerte cariz opositor, la realizada este domingo tuvo casi tuvo en diversos tramos un exclusivo componente femenino. "Que se vayan los machitos", se gritó.

Las mujeres han tenido un muy alto protagonismo desde el comienzo en octubre pasado del estallido social que ha cambiado el rostro de Chile y puso en jaque el modelo económico neoliberal. Estuvieron en la primera línea de las protestas en las poblaciones de la periferia santiaguina. Buena parte de ella sufrió heridas y traumas oculares. Algunas, la ceguera, como consecuencia de los balazos policiales.Según un reciente estudio del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, un 54% de las consultadas se mostró a favor de mantener las movilizaciones porque “han generado cambios positivos para las mujeres" .

Ocio e indignación

El carácter festivo se mezcló por momentos con una indignación que fue más allá de las cuestiones de género.  En la noche del sábado se había confirmado la muerte de un hombre de 48 años como consecuencia de una bomba lacrimógena lanzada por la policía militarizada (Carabineros) muy cerca de las calles por donde marcharon el domingo miles y miles de mujeres.

Piñera tuvo su propio acto conmemorativo del 8M. "Propondremos un proyecto que termina con las discriminaciones que aún existen entre hombres y mujeres en la administración de la sociedad conyugal, estableciendo plena igualdad". También impulsará una iniciativa que "elimina la injustificada espera de 270 días que afecta a aquellas mujeres que quieren casarse de nuevo". Pero a su vez, el mandatario de derechas quiere impulsar el "monitoreo telemático" que, dijo, "permitirá proteger a mujeres en riesgo de violencia” e impedirá “que el potencial agresor se acerque a su posible víctima".

El presidente estuvo días atrás en el ojo de la tormenta por un comentario que hizo al promulgar una ley que considera feminicidio a todo asesinato de una mujer por razón de género.  "No es solo la voluntad de los hombres de abusar, sino también la de las mujeres de ser abusadas", dijo y recibió numerosas críticas de los colectivos feministas.

La Primer Dama, Cecilia Morel, quien en octubre pasado había llamado "aliens" a los participantes de las protestas, recordó este 8-M que Chile vive momentos difíciles. "La crisis social ha traído consigo muchas divisiones e intolerancia. La violencia no puede triunfar por sobre nuestras legítimas diferencias y por sobre nuestra convivencia democrática y nuestro derecho de vivir en paz. Lograr esa paz y unidad en Chile depende hoy más que nunca de nuestro liderazgo y de nuestra decisión", le pidió a las mujeres.