LA SEGURIDAD DEL LÍDER RUSO

Putin admite que se planteó tener un doble por seguridad pero que finalmente lo rechazó

El presidente de Rusia confima de nuevo que no utiliza los teléfonos móviles después de que se revelara que EEUU había pinchado el de Merkel

El presidente ruso, Vladímir Putin.

El presidente ruso, Vladímir Putin. / periodico

Marc Marginedas

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Los rumores de que los líderes de Rusia -y la Unión Soviética, en su defecto- recurren a dobles por seguridad para sus apariciones públicas son ya una tradición. Sin ir más lejos, se sabe que Josif Stalin llegó a contar con hasta cuatro de estos personajes, que le sustituyeron incluso en actos de tanta trascendencia como la conferencia de Yalta, que fijó los términos de la paz tras la segunda guerra mundial. Este jueves, el actual presidente ruso, Vladímir Putin, ha confirmado durante una entrevista que en algún momento de su prolongado mandato se le llegó a plantear recurrir a ellos, pero que finalmente él mismo descartó la idea.

En una entrevista concedida a la agencia TASS y titulada '20 preguntas a Vladímir Putin', el líder del Kremlin ha admitido que la cuestión se llegó a estudiar por sus olaboradores a principios de la primera década de este siglo. "Pero yo me negué a ello; era el momento más delicado de la lucha contra el terrorismo", ha respondido el presidente a su anfitrión, el periodista Andréi Vandenko

Relatos públicos

Los relatos de los dobles que sustituyeron al dictador Stalin han empezado a hacerse públicos en fecha relativamente reciente, y han hecho las delicias de los kremlinólogos. En el 2008, Felix Dadaev reveló al mundo que en 1943 fue contactado por la inteligencia soviética por su parecido con el georgiano y se convirtió en uno de los cuatro hombres que le sustituían cuando la ocasión era percibida como arriesgada. En concreto, Dadaev recuerda haber viajado en avión, en un viaje que recibió amplia difusión en los medios de prensa, hacia Yalta para tomar parte en la conferencia que iba a tener lugar con Franklin Delano Rooselvelt, presidente de EEUU, y Winston Churchill, primer ministro del Reino Unido, mientras que el verdadero Stalin realizaba el trayecto de forma anónima y lejos de las cámaras y los micrófonos.

Cuente Putin o no con un doble, es incuestionable que el temor a un atentado y la psicosis de seguridad rodean los movimientos y los actos públicos en los que participa. Los protocolos de seguridad en las ruedas de prensa del líder del Kremlin son muy estrictos para los reporteros y requieren incluso que el informador se presente con horas de antelación en el lugar del encuentro. En Moscú son frecuentes los atascos que causan los cortes de tráfico para permitir el paso del cortejo del líder del Kremlin cuando se traslada por la ciudad, provocando en algunos casos el enfado de los conductores locales que hacen sonar sus bocinas

Inhibidores cerca del Kremlin

En el 2016, se detectó que los dispositivos GPS tenían <strong>extrañas reacciones</strong> en las proximidades del Kremlin, dejando de funcionar o incluso dando localizaciones erróneas, un fenómeno que se atribuyó entonces a la existencia de inhibidores para impedir que los drones sobrevolaran la fortaleza moscovita donde trabaja el presidente. Finalmente, el pasado año se confirmó que Moscú manipulaba ampliamente los sistemas de navegación global marítima o aérea cuando el presidente ruso se trasladaba.

El líder ruso, además, parece especialmente renuente a emplear los teléfonos móviles, habida cuenta de lo sucedido en el 2013, cuando WikiLeaks reveló que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense había 'pinchado' durante décadas el teléfono del canciller alémán. "Dispongo de otras posibilidades; me resulta más cómodo utilizar el teléfono de comunicación especial, donde me conectarán con cualquier abonado", ha destacado.