Arabia Saudí pide una "una acción fuerte" pero pacífica contra Irán

El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, ha advertido de que una guerra contra Irán arruinaría la economía mundial y provocaría la subida en picado del precio del petróleo. En una entrevista en el programa 60 minutos emitida este domingo por el canal estadounidense CBS, Bin Salman se mostró partidario de llevar a cabo "una acción fuerte y firme" contra Irán, pero buscar una solución pacífica.

"La región [del Golfo] representa sobre el 30% de los suministros de energía del mundo, sobre el 20% del tránsito comercial mundial, alrededor del 4% del PIB mundial. Imagine que estas tres cosas se detienen. Sería un colapso total de la economía global", afirmó el príncipe. "Si el mundo no lleva a cabo una acción fuerte y firme para disuadir a Irán, veremos nuevas escaladas que amenazarán los intereses mundiales", dijo.

La ONU acusa al príncipe saudí Bin Salman del asesinato de Khashoggi

"Los suministros de petróleo se verán afectados y los precios subirán a cifras inimaginablemente altas que no hemos visto en nuestras vidas", subrayó MBS, las siglas por las que se conoce al príncipe saudí. Sobre las tensiones con Irán, señaló que los ataques contra dos plantas de la petrolera estatal saudí Aramco, el pasado 14 de septiembre, fueron obra de Irán y se podían considerar como "un acto de guerra", tal como dijo el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo. Los rebeldes hutís de Yemen, apoyados por Irán y en guerra con Arabia Saudí, reivindicaron los ataques. Washington y Riad acusan a Teherán de haberlos cometido directamente, pero los iranís lo niegan.

El asesinato de Khashoggi

MBS está a favor de que el presidente estadounidense, Donald Trump, se reúna con el de Irán, Hasán Rohaní, para negociar un acuerdo tras la ruptura, por parte de EEUU, del pacto nuclear multirateral del 2015. Pero acusó a los iranís de no querer sentarse a la mesa.

Por otro lado, MBS negó haber ordenado el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul, cometido hace un año por 15 saudís, algunos de ellos miembros de los servicios de Inteligencia y asesores del príncipe heredero. Pero asumió su "plena responsabilidad".