Conte, segunda parte

El primer ministro llegó al Gobierno con un perfil técnico pero se ha convertido en un político bregado

Giusepe Conte toca la campana que llama a consejo de ministros.

Giusepe Conte toca la campana que llama a consejo de ministros. / periodico

ROSSEND DOMÈNECH / ROMA

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"Los esquemas ideológicos del siglo XX ya no son la clave adecuada para comprender la realidad". Eso explicó en el  2018 Giuseppe Conte, de 55 años, profesor de derecho privado y especializado en derecho administrativo. Era el "técnico" elegido por la Liga y el M5S como candidato a presidir su gobierno de coalición.

Un año después y a causa de los diarios litigios entre sus dos socios en el Gobierno ha dejado de ser "el abogado de los italianos" para pasar a ser un político bregado. Las hirientes frases usadas para despedir al ultra Matteo Salvini en pleno agosto y en el Parlamento, no parecían suyas.

Tiene un hijo de 10 años y es hincha del Roma. Usa siempre gemelos y le gusta llevar 'pochette'. Sus biografías cuentan que, a quien le contacta por SMS, responde: "Escribidme como si cada mensaje costase 10 euros, os ayudará a concentrar el pensamiento". Es comedido y equilibrado. Nació en Volturara Appula, en la profunda Italia de la provincia de Foggia. Confesó que votaba a la izquierda.

La experiencia profesional de Conte ha transcurrido en universidades italianas y extranjeras, como Yale, Cambridge, Malta, Pittsburg, Viena y La Sorbona. Su curriculum ocupa 18 o 24 páginas, según el carácter de letra empleado.

 "Un primer ministro sin poder",  titularon hace un año los diarios italianos, en referencia a que no teniendo ninguna experiencia política, quedaría en manos de Di Maio y Matteo Salvini. Di Maio justificó que "la institución crea el rol2 y tal vez la profecía se haya cumplido.