RESPUESTA CIUDADANA

Masiva solidaridad hacia un hombre que se quedó solo en el tiroteo de El Paso

Cientos de personas anónimas planean acompañarle en el funeral de su esposa asesinada

Una mujer consuela a Antonio Basco, que perdió a su esposa en el tiroteo de El Paso.

Una mujer consuela a Antonio Basco, que perdió a su esposa en el tiroteo de El Paso. / periodico

Ricardo Mir de Francia

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En el tiroteo de El PasoAntonio Basco perdió a su mujer, al amor de su vida, a la única persona de su familia. Después de 22 años a su lado, se quedó solo. Sin mucho más que un monovolumen que le sirve de casa y oficina para su negocio ambulante de lavacoches. Pensando que esa soledad inundaría también la despedida de su compañera, Basco le pidió a la funeraria que cursara una invitación pública para los vecinos de la ciudad fronteriza, rota por la masacre de hace dos semanas en un Walmart. Lo que vino después fue un tsunami de solidaridad. Cientos de condolencias, flores y gestos de personas anónimas, muchas de las cuales pretenden acompañarle en el funeral. 

"Él pensaba que prácticamente iba a estar solo, pero va a ser increíble", ha dicho Harrison Johnson, el dueño de la funeraria Perches. Sus responsables esperan que una multitud asista al último responso de Margie Reckard, asesinada a los 63 años junto a otras 21 personas por un pistolero de la extrema derecha que entró en el centro comercial con la intención confesa de "matar mexicanos". La funeraria ha tenido que trasladar el evento de esta noche a un espacio más grande ante la previsión de que asistan cerca de un millar de personas. Algunas desde estados tan lejanos como Nueva York, California o Wisconsin. "Nos llaman constantemente, cada dos o tres minutos", ha añadido Johnson. "Estoy muy agradecido de que todavía haya gente capaz de mostrar su bondad ante la tragedia de otros". 

La invitación inicial colgada en Facebook incluye una fotografía de Basco (61 años), que se inclina con gesto triste sobre las velas del memorial instalado en El Paso para las víctimas de la matanza. "Teníamos un vínculo difícil de describir", ha dicho Basco, que conoció a su mujer hace dos décadas en un bar de Nebraska y ya no volvió a separarse de ella. "Cuando la conocí era un ángel y todavía lo es". Parte del tiempo lo pasaron viajando en tren por el país como dos nómadas, hasta que decidieron establecerse en la ciudad tejana. Reckard padecía Alzheimer desde hace unos años. Desde su muerte, Basco ha pasado los días junto a la cruz que la recuerda en el memorial. 

Aquel post inicial se ha compartido en 14.000 ocasiones, llenándose de condolencias y mensajes de apoyo, similares a los que han inundado la web de la funeraria. "Lamentamos enormemente su pérdida. Manténgase fuerte y sepa que no está solo", escribe una persona desde Nueva Escocia (Canadá). "No podremos acompañarle, pero le enviamos flores y oraciones desde California. Que Dios le acompañe", escribe Lisa Cano. Al funeral asistirán también los tres hijos del primer matrimonio de Reckard, que estos días han recordado emocionados a su madre, quien trabajó limpiando hoteles y preparando hamburguesas para sacarlos adelante. El padre era camionero. 

Al aluvión de gestos de gente anónima se han sumado los vecinos de El Paso. Varios músicos se han ofrecido para actuar de forma voluntaria en el funeral y un taller de la ciudad ha reparado el aire acondicionado del coche en el que Basco ha estado viviendo bajo el sol de Tejas. Un sol tan abrasador como la solidaridad que demuestran los estadounidenses en los momentos más duros.