Nuevos enfrentamientos entre jóvenes y policía cuando Hong Kong entra en el tercer mes de protestas

Los jóvenes autodenominados prodemocráticos y la policía volvieron a enfrentarse este sábado en las calles en una manifestación ilegal con la que Hong Kong cumple dos meses de desórdenes sociales. La marcha tuvo lugar en Yuen Long, un distrito rural al norte de la excolonia, y había sido planeada como protesta contra los inauditos hechos ocurridos el domingo pasado en una de sus estaciones de metro: un centenar de facinerosos prochinos con camisetas blancas persiguieron, acorralaron y golpearon a los jóvenes que llegaban tras la manifestación. Ese nuevo elemento en la ecuación agravó un cuadro ya complicado.

El Gobierno, que ha permitido todas las manifestaciones, prohibió esta por entender que había peligro de enfrentamientos entre los jóvenes y una población local con un sentimiento más afín a la China continental. La cuestión que sobrevoló la jornada era si aparecerían de nuevo los tipos de blanco. No hubo ni rastro de ellos y el parte no va más allá de los choques semanales entre los jóvenes de negro y los agentes del orden público.

La concentración de decenas de miles de jóvenes siguió la tendencia claramente bajista desde los dos millones que desbordaron el centro de la isla el mes pasado. La marcha, como es costumbre, empezó con ambiente festivo y los cánticos revolucionarios que llaman a "+recuperar Hong Kong". Y al anochecer, de nuevo, aparecieron las hostilidades. Los jóvenes levantaron barricadas y lanzaron a los agentes cualquier objeto que tenían a mano mientras estos respondieron con gases lacrimógenos, espray pimienta y cargas esporádicas. Será una sorpresa si desde el primer bando no se acusa este domingo al segundo de brutalidad policial.

Calendario de protestas

Los jóvenes se dispersaron sobre las 11 de la noche (hora local) y prometieron volver a la carga en la manifestación programada para este domingo en el centro de Hong Kong. Será la enésima de un estresante calendario de protestas que empezaron dos meses atrás para oponerse a la ley de extradición. Esa ley ha sido ya enterrada pero no existe ningún indicio de que Hong Kong esté cerca de recuperar la calma que requiere una capital financiera.