El reparto del poder en la UE divide a los dirigentes

La cancillera Angela Merkel y el luxemburgués Xavier Bettel se saludan entre otros dirigentes europeos.

La cancillera Angela Merkel y el luxemburgués Xavier Bettel se saludan entre otros dirigentes europeos. / periodico

Silvia Martinez

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El calendario es complicado y el tiempo apremia. El 2 de julio se constituye el nuevo Parlamento Europeo, que deberá elegir nuevo presidente, y los jefes de Estado y de Gobierno europeos quieren tener dibujado para entonces el puzzle de altos cargos que mandará en la Unión Europea los próximos cinco años, incluida la presidencia de la Comisión Europea. Pese a esta urgencia, el intento de cerrar un acuerdo en la cumbre de líderes de la UE que se celebra este jueves y viernes en Bruselas ha terminado en fracaso y sin avances. Los líderes europeos volverán a intentar desbloquear un acuerdo en una nueva reunión extraordinaria de urgencia el 30 de junio.

"El Consejo Europeo ha tenido una amplia discusión sobre las nominaciones en base a mis consultas y las declaraciones en el Parlamento Europeo. No hay mayoría a favor de ninguno de los candidatos. El Consejo Europeo está de acuerdo en que tiene que presentarse un paquete que refleje la diversidad de la UE", ha anunciado al filo de las dos de la madrugada el presidente de la UE, Donald Tusk, tras una nueva negociación sin móviles ni asesores.

Según el político polaco, todavía "es pronto para hablar de nombres" y los líderes europeos necesitan "más tiempo" para completar el puzzle. Su intención es intensificar las consultas y convocar una nueva cita el domingo 30 de junio, un día después de la conclusión en Japón de la cumbre del G20 a la que asistirán además de Tusk y Jean Claude Juncker, los líderes de Francia, Alemania, Italia y España, y en vísperas de la reunión de la Eurocámara.

El PPE, el partido más votado en las elecciones del 26 de mayo, se sigue aferrando a su candidato oficial a presidir la Comisión Europea, el alemán Manfred Weber. Los socialistas, por su parte, al holandés Frans Timmermans y los liberales a la danesa Margrethe Vestager. Estas dos formaciones llevan semanas maniobrando para terminar con el monopolio institucional del PPE –que ocupa las tres grandes presidencias de la Comisión, el Consejo y la Eurocámara- o al menos para que los democristianos reemplacen a Weber, que no suscita el consenso necesario ni entre los líderes europeos ni tampoco en el Parlamento Europeo.

Weber fuera de combate

"No vamos a elegir a nadie que no tenga posibilidades de ser elegido en el Parlamento Europeo. Dos partidos en la Eurocámara (socialistas y liberales) han dicho que no votarán por Weber así que veremos" pero "no podemos permitirnos una crisis adicional", avisaba este jueves el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel. ¿Teniendo en cuenta esta negativa tiene el alemán alguna oportunidad?. El PPE insiste en que sí y ha vuelto a cerrar filas con el alemán y ha reivindicar el puesto de la Comisión Europea para los populares pero las posibilidades del alemán parecen haberse esfumado y hasta la cancillera alemana lo admite.

"Los liberales y socialistas han dicho que no pueden apoyar a Weber y nosotros lo contrario así que no se ha logrado una mayoría", ha explicado al término de la cumbre Angela Merkel. Pero, ¿está descartado?, le han preguntado. "Le daré la respuesta definitiva al final del proceso", ha respondido. Lo cierto es que no solo Weber parece a priori descartado. Tampoco Timmermans o Vestager han cosechado los apoyos necesarios “No hay mayoría sobre los tres nombres iniciales. Los tres han sido testados por Donald Tusk y ha considerado que no había mayoría para ninguno. En la próxima semana habrá que construir un consenso", ha añadido el presidente francés, Emmanuel Macron.

Sistema de 'spitzenkandidaten'

Entre las posibles alternativas conservadoras sobre la mesa circulan nombres como el francés Michel Barnier, el primer ministro croata Andrej Plencovic, la presidenta croata Kolinda Grabar-Kitarovic, la búlgara Kristalina Georgieva e incluso la propia Angela Merkel. El problema es que ninguno de ellos cumple el requisito de haber sido 'spitzenkandidaten' en las elecciones europeas ni tienen, por distintos motivos, muchas posibilidades. “En Alemania, tanto mi partido como el Socialdemócrata (SPD) somos partidarios del principio de que el presidente de la Comisión debe ser uno de los candidatos principales. Pero es verdad que no todos los países están de acuerdo", ha admitido Merkel. 

“Son una forma de ficción europea. No tienen una legitimidad democrática europea. Hay que salir de esta trampa y asumir nuestra responsabilidad en colaboración con el Parlamento Europeo”, ha arremetido Macron. El presidente español, Pedro Sánchez, muy activo en las negociaciones de este jueves, sí respalda, a diferencia de Macron, la figura del 'spitzenkandidaten' para presidir la Comisión pero el sistema ha quedado tocado y se ha abierto la veda a posibles nuevos candidatos a presidir la Comisión. 

Además del criterio político, el puzzle de cargos debe tener en cuenta otros equilibrios -demográficos, geográficos y de género- y encontrar la tecla que los haga posible no será sencillo. “A veces es más rápido elegir al Papa que repartir este tipo de cargos”, ha ironizado el irlandés Leo Varadkar. "He constatado con cierta satisfacción, felicidad, de que no resulta fácil sustituirme", ha bromeado Juncker tras la primera jornada del Consejo Europeo.