CITA EN EL CONGRESO

Trump afronta en horas bajas su segundo Estado de la Unión

El presidente pedirá cooperación a los demócratas para impulsar proyectos comunes en el tramo final de su mandato

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Ricardo Mir de Francia

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Donald Trump pronunciará esta próxima madrugada su segundo discurso del Estado de la Unión, una oportunidad para tratar de reconducir su presidencia tras el cúmulo de reveses de las últimas semanas que han debilitado todavía más su estatura en las encuestas. El republicano viene de perder el control de la mitad del Congreso y fracasar en el pulso contra los demócratas del cierre parcial del Gobierno, un Ejecutivo que acabó reabriendo 35 días después sin obtener un solo dólar para construir el Muro en la frontera con México. Según han adelantado sus asesores, Trump apelará a la unidad en un intento de buscar la cooperación de los demócratas en el tramo final de su mandato, la misma unidad que él mismo tiende a dinamitar con sus posiciones maximalistas e insultos a sus rivales políticos. 

“El presidente hará un llamamiento a acabar con la política de la resistencia y el desquite y reclamará una mayor cortesía”, ha dicho su asesora, Kellyane Conway. “Pedirá cooperación y también voluntad de pacto”. Trump coincide con los demócratas en sus planes para remozar las infraestructuras y abaratar los precios de los medicamentos, aunque las últimas batallas políticas han dejado poco espacio para el entendimiento. De hecho, la próxima crisis podría estar a la vuelta de la esquina porque el presidente no descarta cerrar nuevamente el Gobierno el próximo 15 de febrero, cuando las instituciones volverán a quedarse nuevamente sin fondos para operar con normalidad. Otra opción es que declare la “emergencia nacional” para arrogarse sin el beneplácito del Congreso los fondos para la barrera, un escenario que abriría un nuevo litigio en los tribunales. 

Bonanza desaprovechada políticamente

Trump no está sabiendo capitalizar la buena marcha de la economía, con un paro en el 4%, un crecimiento sólido y la reactivación del consumo. El electorado le responsabiliza mayoritariamente del desaguisado generado por el cierre del Gobierno. Solo el 41% de los estadounidenses aprueba su mandato frente al 55% que lo cuestiona. Tampoco ha sabido cerrar sus diferencias con la cúpula de seguridad del Estado. Hace solo unos días, los jefes de la inteligencia criticaron duramente sus planes de retirar a las tropas de Siria y Afganistán. Su política hacia Venezuela genera más consensos, pero todo podría irse al traste si Trump opta por intervenir militarmente en el país caribeño, una posibilidad que él mismo no ha descartado. 

Poco después de que el presidente concluya su discurso, que el año pasado se prolongó durante 80 minutos, los demócratas ofrecerán su réplica. Correrá a cargo de Stacey Abrams, la legisladora de Georgia que estuvo a punto de conquistar el cargo de gobernadora en las legislativas del año pasado. Abrams será la primera afroamericana en pronunciar la réplica al Estado de la Unión.

En las gradas se sentarán también varios invitados de excepción. La Casa Blanca ha invitado a familiares de estadounidenses asesinados por inmigrantes indocumentados, beneficiarios de la reciente reforma del sistema penal o agentes de la guardia fronteriza. También estará allí el embajador en Washington del autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó. Carlos Vecchio ha sido invitado por el senador republicano Marco Rubio