CRISIS POLÍTICA EN EL REINO UNIDO

Un comité parlamentario en Westminster pide el veto de los diputados para los nuevos acuerdos comerciales tras el 'brexit'

Los diputados quieren un mayor control frente a un Gobierno profundamente dividido

La primera ministra británica, Theresa May, durante la conferencia de prensa que ha celebrado en la sede del Consejo Europeo.

La primera ministra británica, Theresa May, durante la conferencia de prensa que ha celebrado en la sede del Consejo Europeo. / periodico

Begoña Arce

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Apenas digerido el pavo navideño, el Reino Unido se prepara para dar la bienvenida a un incierto 2019. El ‘brexit’ decidirá el futuro del país, en un ambiente de confrontación y estancamiento político. Los parlamentarios quieren más control frente a un gobierno dividido y en crisis. Un comité de diputados en Westminster reclama que el Parlamento tenga en el futuro el poder de vetar cualquier acuerdo de comercio que se alcance después del ‘brexit’. El Comité de Comercio Internacional de la Cámara de los Comunes señala que el Parlamento debe poder examinar los nuevos acuerdos cuando aún se hallen en una fase preparatoria y ser sometidos a un voto decisivo final, algo a lo que el Ejecutivo no está obligado. “Nuestro informe defiende la transparencia frente al secretismo, la consulta frente a la ocultación y el debate parlamentario frente al poner una simple estampilla”, dice Angus MacNeil, del SNP, que preside el comité interparlamentario. En algunos sectores se teme que nuevos acuerdos comerciales rebajen los niveles de seguridad de los alimentos y afectar a la protección de los consumidores y el medio ambiente.   

Pesimismo empresarial

La llegada del Año Nuevo viene rodeada de pesimismo y preocupación entre los empresarios, según constata el informe que publicó el jueves el Instituto de Directores, (IoD), una organización que reúne a algunas de las mayores fuerzas económicas del país. El estudio mensual de diciembre indica que el nivel de confianza en la salud de la economía británica es el más bajo registrado en los últimos dieciocho meses. “Los líderes del empresariado están mirando el nuevo año con miedo”, señala Tej Parikh economista del IoD. “La incertidumbre está causando ya a los negocios retrasos en inversiones, en las decisiones de contratación y en el lanzamiento de productos”, algo que afecta, asegura Parikh, a la “competitividad internacional británica”.  

Maniobra cínica

Antes de la pausa de Navidad, los empresarios habían acusado a los políticos de estar más preocupados de sus disputas que en “dar los pasos necesarios para que los negocios salgan adelante”. La decisión de Theresa May de retrasar la votación del acuerdo sobre el ‘brexit’ a la tercera semana de enero aumenta aun más el desasosiego, ante el riesgo creciente de acabar dejando la Unión Europea el 29 de marzo, sin acuerdo alguno. El Parlamento, de vacaciones, no retorna hasta el 7 de enero para abrir a partir de ese momento un nuevo debate sobre el acuerdo negociado con Bruselas.

En una entrevista concedida el viernes al diario 'Independent', el líder laborista, Jeremy Corbyn, pidió a la primera ministra que se acorten las vacaciones de los diputados y estos retornen el 2 de enero, una semana antes de lo previsto, de manera que la votación se pueda realizar “lo antes posible”. “Mi sospecha es que se trata de una maniobra completamente cínica para agotar el tiempo”, señaló Corbyn. En una declaración a la agencia PA, un portavoz de la primera ministra en Downing Street indicó que, “en lugar de hacer propuestas estúpidas, Jeremy Corbyn debe ser honesto con los votantes y reconocer que no tiene un plan alternativo y solo trata de frustrar el ‘brexit’, para terminar traicionando el resultado de referéndum”.