Macron le pide respeto a Trump

Los esfuerzos de Emmanuel Macron para mantener una relación cordial con el presidente de la primera potencia mundial, aunque fuera solo de cara a  la galería, se han dado nuevamente de bruces contra la violencia tuitera de Donald Trump.

El presidente norteamericano no parece haber digerido la idea del presidente francés de crear un Ejército europeo, ni el discurso antinacionalista que Macron pronunció este domingo en el Arco del Triunfo de París durante los actos del centenario del armisticio de la primera guerra mundial.

Este martes, Trump ha vuelto a cargar contra el proyecto francés, secundado por Berlín, de dotar a la Unión Europea de una mayor capacidad defensiva. También ha criticado los altos aranceles del vino norteamericano en el mercado francés, haciendo presagiar una guerra comercial, y ha hablado con desprecio de la baja popularidad de Macron, a pesar de que hace cuatro días le consideraba un “muy buen amigo”.

Macron le ha respondido este miércoles desde el portaaviones Charles de Gaulle, una de las joyas de la armada francesa. Durante una entrevista televisada en horario de máxima audiencia, le ha pedido “respeto” y le ha recordado que ser aliados no significa ser “vasallos”.

Soberanía europea

El presidente francés ha vuelto a defender la necesidad de un Ejército europeo para no dejar toda la seguridad en manos de Estados Unidos, tanto por una cuestión de soberanía como de credibilidad.

“Quiero que seamos autónomos en materia de costes, de protección del cíber-espacio y sobre todos los componentes del Ejército. Para eso no debemos depender de Estados Unidos, y en algunos terrenos hemos dependido demasiado. Eso no es bueno”, ha dicho.

 A renglón seguido, ha enfatizado que, aunque Estados Unidos es un aliado histórico, y lo seguirá siendo, “ser aliados no es ser un vasallo”. “Para no depender de ellos tenemos que gastar más, hacer más, como franceses y como europeos”, ha indicado.

Macron ha dicho no sentirse herido por las críticas del presidente norteamericano y ha evitado entrar en una confrontación directa con Trump al entender que sus tuits iban destinados al consumo interno de la sociedad norteamericana.

Luego ha puesto el acento en la historia común de ambos países para resaltar la importancia de la cooperación militar en la lucha contra el terrorismo islamista.

“Cuando Estados Unidos se independizó, Francia estuvo allí. Cuando Francia fue atacada, Estados Unidos estuvo allí. En cada gran momento de nuestra historia, hemos sido aliados. Entre aliados, se debe respeto. No quiero oír nada más”, ha zanjado.

Horas antes, el Gobierno francés, a través de su portavoz, Benjamin Grivaux, había deplorado que la fecha elegida por Trump para lanzar sus críticas coincidiera con el tercer aniversario de los atentados de París.

Un mínimo de decencia

“Ayer era 13 de noviembre. Conmemorábamos el asesinato de 130 compatriotas, así que voy a responder en inglés: ‘common decency’ [un mínimo de decencia] habría sido de agradecer”, declaró Grivaux.

La luna de miel que vivieron Francia y Estados Unidos aquel 14 de julio del 2017, en el que sus dos presidentes exhibían complicidad durante el desfile militar en los Campos Elíseos, es cosa del pasado, y la estrategia de Macron para convertirse en el principal interlocutor europeo de Trump, un fracaso.