polémica en eeuu

Trump cita la crisis siria para suspender su viaje a la Cumbre de las Américas

La cancelación de su visita a Lima y el supuesto ataque químico al país árabe coincide con el repunte del caso de la actriz porno Stormey Daniels

trump

trump / periodico

Idoya Noain

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vuelve a moverse en su complejo laberinto, uno donde las acciones políticas y los constantes movimientos en su equipo se cruzan con la investigación del 'Rusiagate' y los escándalos sexuales. Este martes su portavoz ha anunciado por sorpresa que el mandatario no acudirá, como estaba previsto, a la Cumbre de las Américas, el que habría sido su primer viaje a Latinoamérica. Para explicarlo Sarah Huckabee Sanders ha citado que Trump se quedará en Estados Unidos “supervisando la respuesta americana a Siria y dar seguimiento a acontecimientos mundiales”. Pero la decisión llega también con Trump entregado a la furia indisimulada por la operación del FBI el lunes contra Michael Cohen, su abogado personal, que pagó 130.000 dólares a Stormy Daniels antes de las elecciones para silenciar a la actriz y directora de porno sobre su supuesta relación sexual con Trump en 2006. Incluso en una Administración no ajena al caos, el de este momento es destacable.

El lunes Trump anunció que de forma inminente, incluso a partir de esa misma noche y en un plazo de entre 24 y 48 horas, anunciaría cómo iba a responder al supuesto ataque con armas químicas del domingo en Duma, que Washington atribuye al régimen sirio. El anuncio no ha llegado pero la Casa Blanca ha informado de contactos mantenidos este martes con la primera ministra británica, Theresa May, y el presidente francés, Emmanuel Macron, para coordinar la respuesta entre Washington, Londres y París.

Esa respuesta al “atroz uso sirio de armas químicas el 7 de abril” del que han hablado Trump y Macron es el argumento central que ha usado Sarah Huckabee Sanders para explicar la cancelación del viaje de Trump a Latinoamérica (que ya se había acortado de los cinco días inicialmente previstos a tres). El año pasado el presidente estaba en Mar-a-Lago cuando aprobó el ataque militar estadounidense contra una base aérea siria tras otro ataque químico atribuido a Damasco. Ahora, según Sanders, no quiere abandonar el país.

Otro cambio en el equipo

Las discusiones de la respuesta a Siria dentro de la Administración llegan, además, con otro cambio en el equipo de seguridad nacional de Trump. Este martes se ha anunciado la dimisión de Tom Bossert, su principal asesor de seguridad interior. Según informaciones no confirmadas por la Casa Blanca, Bossert habría sido despedido el lunes por John Bolton, el flamante Asesor de Seguridad Nacional de Trump, un auténtico halcón que hasta ahora ha defendido repetidamente la respuesta a problemas con acciones militares.

Trump enfrenta complejas decisiones en el escenario internacional en un momento en que se ha vuelto a disparar su rabia personal por la investigación del 'Rusiagate', que insiste en calificar de “una caza de brujas”. El lunes, después de saber que el FBI había entrado en la oficina y la casa de Cohen y se había incautado de documentos (incluyendo comunicaciones con él protegidas por la confidencialidad abogado-cliente), Trump estalló y llegó a definir lo ocurrido como “un ataque a nuestro país”.

El presidente, si se usa la expresión moderada de Sanders, está “frustrado” porque persista la investigación sobre la potencial colusión de su campaña con Rusia, que niega. Si se leen otras informaciones que salen oficiosamente de la Casa Blanca, no obstante, la situación es más peligrosa. 'The New York Times' ha asegurado que sus asesores llevan 24 horas intentando convencerle de que no tome una decisión impulsiva que le pondría en riesgos legales aún mayores, como sería despedir al fiscal especial Robert Mueller o al número dos del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, que aprobó la operación contra Cohen.

En esa operación se buscaban, también según el 'Times', comunicaciones sobre el pago a Stormy Daniels. Asimismo, se buscarían indicios de si el abogado del ahora presidente estuvo en contacto con American Media, la empresa editora del tabloide 'National Enquirer', que pagó para silenciar a otra mujer, la exmodelo de Playboy Karen McDougal, que también asegura que mantuvo una relación con Trump.