GUERRA EN SIRIA

Más de 2.000 heridos no pueden recibir tratamiento en Guta

En seis días de bombardeos intensos, más de 450 civiles, 150 de ellos niños, han muerto en esta región cercana a Damasco

Ciudadanos de Duma (en el este de la zona de Guta) observan los restos de un proyectil.

Ciudadanos de Duma (en el este de la zona de Guta) observan los restos de un proyectil. / REUTERS / BASSAM KHABIEH

Adrià Rocha Cutiller

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El régimen de Bashar el Asad y su aliado, Rusia, han continuado bombardeando este viernes la región de Guta. En esta zona, desde el pasado domingo, se viven las jornadas más mortíferas desde que empezó la guerra en el 2011.

En cinco días, 462 civiles -150 de ellos niños- han muerto a causa de las bombas, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). De momento este viernes ha informado de 28 muertos.

Esta organización, que cuenta con equipos de informadores en la zona, asegura que hay más de 2.000 heridos. Su situación es desesperada: cercada por las tropas de Asad, sin hospitales operativos ni medicamentos disponibles, los heridos de gravedad también acaban muriendo. "La cifra de muertos subirá. Hay muchos heridos críticos y gente atrapada debajo de los escombros", ha señalado el OSDH.

Para parar este "infierno", como lo ven sus habitantes, el Consejo de Seguridad de la ONU tenía previsto votar este viernes una resolución que pide una tregua humanitaria de 30 días con el fin de que se puedan entregar alimentos y medicinas a la población de Guta, pero tras varios retrasos e intensas negociaciones la votación se ha pospuesto hasta el sábado, informa Idoya Noain.

Sin Al Qaeda ni el Estado Islámico

El texto ha sido propuesto por Suecia y Kuwait, e incluye a todos los grupos armados menos el Estado Islámico Al Qaeda. A ellos aún se les podrá atacar. "Ya es hora de que paremos los bombardeos horribles sobre Guta. El alto el fuego debe continuar con la evacuación inmediata de los enfermos y heridos", ha afirmado este viernes el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.

Son pocos, sin embargo, los optimistas que creen que el texto será aprobado. Rusia, aliada de Asad y que colabora en los bombardeos sobre Guta, tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad. Sin su aprobación no habrá resolución.

Rusia, de hecho, asegura que, en Guta, su aviación solo ataca posiciones de Al Qaeda y que, a causa de sus bombardeos, no están muriendo apenas civiles. Pero las oenegés internacionales con presencia en la zona y los habitantes del lugar aseguran lo contrario: los atacantes, dicen, lo bombardean todo.

"Todo esto no tiene sentido. Asad y Rusia consideran que todo el mundo que está en Guta es de Al Qaeda o amiga de Al Qaeda. Aunque la ONU impusiese el alto el fuego, ellos seguirán bombardeándonos», dice a EL PERIÓDICO Fidas, habitante de Guta. Este joven perdió su casa en un bombardeo hace tres semanas. Entonces, explica, se separó de sus padres, a los que ya no ha visto más: apenas se atreve a salir, por miedo a las bombas, del sitio donde se esconde.

Cinco años de cerco

Guta este, situada a pocos kilómetros de la capital siria, es la única región dentro de la provincia de Damasco bajo control rebelde. La zona ha estado sitiada por las fuerzas de Asad desde el 2013: el flujo normal de comida y medicinas ha estado parado desde entonces.

A inicios del 2018, Asad intensificó los bombardeos sobre Guta mientras la rodeaba con soldados. Desde el 1 de enero, en Guta este, según el OSDH, han muerto más de 1.000 civiles. En las próximas semanas se espera que se inicie la fase de invasión terrestre de la ofensiva sobre la región. Con ella, Asad espera conquistar Guta, en manos opositoras desde el inicio de la revuelta.