GUERRA EN EL PAÍS ÁRABE

La milicia proiraní de los hutís mata al expresidente yemení Abdalá Saleh

El exmandatario rompió este fin de semana la alianza militar que mantenía con la milicia chií, que apoya Irán, y que combate una coalición de paises principalmente del Golfo, todos de regímenes sunís, liderados por Arabia Saudí

yemen adbela saleh

yemen adbela saleh / periodico

Kim Amor / Barcelona

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La guerra civil que desangra Yemen entra en una nueva etapa, previsiblemente más violenta y mortífera si cabe, tras la muerte del expresidente Alí Abdalá Saleh, el hombre que gobernó este país del extremo sur del Golfo Pérsico durante 34 años, hasta que tuvo que dejar el poder en el 2012, como consecuencia de las protestas de la Primavera Árabe. Saleh, de 75 años, un político hábil y escurridizo, ha sido víctima de los que hace muy poco eran sus principales aliados, la milicia chií de los hutís.

El antiguo dirigente ha muerto cuando huía de la capital, Saná, hacia su localidad natal, Sanhan. Según los rebeldes, su convoy ha sido alcanzado por un lanzagranadas y luego ha sido acribillado a balazos. El cuerpo del expresidente sin vida, con un tiro en la cabeza, ha aparecido horas después en un video doméstico distribuido a través de las redes sociales. La emisora de radio hutí ha indicado que en el asalto también ha fallecido Yaser al Auadi, un destacado líder del partido Congreso Popular dirigido por Yaser. La radio ha agregado que el secretario general del Congreso Popular, Aref al Zuka, ha resultado herido en el ataque.

Tras la acción armada, los hutís han volado por los aires la residencia de Saleh, que se encuentra en el barrio Al Siasi, de Saná. Según algunos testigos, hombres armados han entrado en la vivienda y han colocado explosivos en algunos puntos de la vivienda. En un mensaje por televisión, el máximo dirigente de los hutís, Abdul Malik al Huti, ha felicitado a los yemenís por lo que ha descrito como una victoria a una "traición" diseñada por los países "enemigos" del Golfo Pérsico. 

Intensos combates

El ataque contra Saleh se ha producido horas después de que el exmandatario manifestara este fin de semana en un mensaje por televisión que dejaba de apoyar a la milicia de los hutís, que desde el 2014 domina parte del país, también la capital Saná, y que combate a una coalición de países árabes, todos sunís, dirigidos por Arabia Saudí. La alianza saudí busca restaurar el gobierno reconocido internacionalmente, el del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi que, desde que fue derrocado por los hutís, está refugiado en Riad.

"Los yemenís hemos intentado tolerar las imprudencias de los hutís en los últimos dos años y medio, pero ya no podemos más", dijo el sábado pasado por televisión Saleh que definió su cambio de estrategia como "nueva página" en las relaciones con Arabia Saudí. Saleh pretendía recuperar el poder gracias a su alianza con el hutís, pero últimamente las fuerzas de la coalición saudí habían ganado terreno en le guerra. El mensaje del expresidente sucedió tras una semana de intensos combates entre las fuerzas leales a Saleh y los hutís que dejaron al menos 125 muertos y cerca de 240 heridos, según datos del Comité Internacional de la Cruz Roja

"Las calles de Saná se han convertido en un campo de batalla y la gente está atrapada en sus casas, sin poder moverse para ponerse a salvo, sin tener acceso a atención médica ni a los suministros básicos como comida y agua potable", ha advertido en un comunicado el coordinador de la ayuda humanitaria de la ONU para el Yemen, Jamie McGoldrick, quien ha pedido un alto el fuego para poder atender a los civiles. "Las ambulancias y los equipos médicos no pueden atender a los heridos debido a los continious combates. Algunas de nuestras unidades han sido atacadas. Las organizaciones humanitarias han recibido llamamientos deseperados de familias que están atrapadas en los barrios cercados por los combates", ha añadido.

Otros escenarios de guerra

La guerra civil en Yemen es una más de las batallas que están librando las dos grandes teocracias de las región, Arabia Saudí, que lidera a gran parte de las monarquías sunís del Golfo, e Irán. Otros escenarios de esta guerra entre Riad y Teherán son Siria e Irak. El avance de los hutís, fieles al chiismo y, por consiguiente al Estado persa, motivó que los saudís forjaran una alianza militar que cuenta con el apoyo de Estados Unidos. La organizaciones de derechos humanos han denunciado en numerosas ocasiones los bombardeos indiscriminados de los aviones de combate de la coalición que ha afectado sobre todo a la población civil.

Los expertos temen que la muerte de Saleh incremente aún más la violencia que vive el país, sumido en el caos por la guerra, la falta de alimentos, de medicinas y afectado por epidemias como el cólera.