PLENO EN ESTRASBURGO

La Eurocámara denuncia la falta de progresos en las negociaciones del 'brexit'

Los grandes grupos afean la desunión y la confusión que reina en las filas del Gobierno de Theresa May

Pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

Pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo. / periodico

Silvia Martinez / Bruselas

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Que la Unión Europea está harta de las tácticas dilatorias, la confusión y las guerras internas del Gobierno británico no es ningún secreto. La próxima semana Londres y Bruselas encaran la última ronda negociadora antes de la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE del 19 y 20 de octubre, que debe hacer balance y constatar si se cumplen las condiciones para empezar a negociar un acuerdo comercial, y la realidad es que los progresos son insuficientes. Así lo han denunciado a coro el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, y el grueso de los grupos políticos de la Eurocámara.

El reloj corre y todavía "no hemos avanzado lo suficiente. No puedo decir que estemos preparados para entrar en la segunda fase de las negociaciones", ha constatado el democristiano luxemburgués al inicio de un largo debate de tres horas. El objetivo inicial era que la negociación de esa segunda fase pudiera arrancar en octubre o noviembre pero dada la poca claridad y precisión parece improbable y haría falta un milagro.

Tres meses después del arranque de las conversaciones -la primera ronda plena tuvo lugar en julio- no hay elementos suficientes que permitan constatar que se han dado pasos de calado en los tres elementos prioritarios del divorcio: los derechos de los 4,5 millones de ciudadanos europeos afectados por el proceso, la frontera con Irlanda y la factura. Un diagnóstico que ha quedado reflejado en una resolución adoptada por el Parlamento Europeo y que ha sido adoptada con 552 votos a favor, 92 en contra y 29 abstenciones.

Reproches generalizados

Los grupos políticos han sido este martes especialmente duros con Londres. "¿A quien hay que llamar en Londres? ¿Quién habla en nombre del Gobierno, Theresa MayBoris Johnson o David Davis?", se ha preguntado el líder del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, que también ha pedido a la primera ministra británica que, por favor, "eche a Boris Johnson” de su Ejecutivo. Y en la misma línea se ha pronunciado el jefe de filas de los Liberales, Guy Verhoftstadt. "Si al otro lado de la mesa de negociación hay falta de claridad, desunión y division es difícil hacer avances suficientes y pasar a una segunda fase", ha afeado, preocupado por el lío interno británico.

Han sido muchos los eurodiputados que se han referido a la falta de compromiso y claridad de Londres. "El Gobierno británico tiene que comprometerse de manera irrevocable", ha exigido el líder de los socialistas, Gianni Pitella, recordando que May prometió "un paseo breve". Para el conservador alemán Elmar Brok, "lo peor", sin embargo, "es que los británicos quieren sabotear las negociaciones" y eludir pagar "el precio" de un divorcio que está dejando también muchas heridas en Reino Unido. "La mayoría de los escoceses se quieren quedar. Queremos una propuesta razonable. Estan luchando entre ellos y nos ignoran", se ha lamentado el nacionalista escocés Alyn Smith.

"No es venganza ni castigo"

Igual de dura ha sido la respuesta de Barnier, muy molesto por el uso de palabras como "venganza" a un lado de la bancada. "No puedo aceptar que hablen ni venganza, ni castigo. No hay rescate, no hay factura de salida. Cuando decidan irse hay que hacer las cuentas y pagar lo que se han comprometido. Es un tema importante si queremos construir una relación sólida en el futuro. Necesitamos que haya confianza mutua y la clave radica en que acepten hacer cuentas", ha advertido.

El negociador europeo también ha rechazado que sea la UE quien esté dilatando el proceso y ha devuelto el golpe intransigente. "El referéndum fue el 23 de junio de 2016. Recibimos la carta de Theresa May el 30 de marzo de este año. Hemos esperado a junio, a que pasaran las elecciones. No somos nosotros los que estamos perdiendo tiempo. No puedo aceptar ese reproche", ha aclarado dispuesto a pisar el acelerador lo que haga falta para llegar a un acuerdo sobre una salida ordenada en otoño de 2018