Dos granjeros blancos encierran en un ataúd a un hombre negro en Sudáfrica, amenazan con prenderle fuego y lo graban en vídeo

Cuando hablar de racismo en Sudáfrica parecía ya definitivamente cosa del pasado, las profundas heridas producidas durante los años de apartheid han vuelto a abrirse 22 años después de la llegada de la democracia. Las manifestaciones son estos días masivas en el noreste del país al grito de "los racistas que se pudran en la prisión".

Hacen referencia a dos granjeros blancos -Willem Oosthuizend, de 28 años, y Theo Martins Jackson, de 29- acusados de encerrar vivo en un ataúd a Victor Mlotshwa, un hombre negro de 27, amenazarle con prenderle fuego y, no contentos con eso, grabar la escena en vídeo. Tras comparecer el miércoles ante el juez de la ciudad de Middelburg, el juez ha determinado que los inculpados permanezcan en prisión provisional mientras cientos de personas se concentraban en las inmediaciones del tribunal. La víctima ha mantenido la mirada firme ante sus maltratadores durante toda la comparecencia.

El escándalo estalló hace unos días cuando se hizo público en internet el vídeo de 20 segundos donde se muestra el suplicio al que es sometido el joven. La víctima se ve tumbada, asustanda, dentro de un ataúd nuevo colocado sobre un pavimento pedregoso y polvoriento. Queda grabado como uno de los hombres blancos cierra la tapa y la víctima, gimiendo, intenta evitarlo empujándola.

"Pensé que me iban a matar", ha explicado Victor Mlotshwa al salir de la sala, escoltado por el Congreso Nacional Africano, partido en el poder y máximo exponente de la lucha contra el apartheid.

Cabizbajos, los dos acusados han comparecido en la sala donde debía determinarse su continuidad en prisión. Su propio abogado ha considerado más conveniente no solicitar la libertad dada la alarma social generada por la actuación de sus clientes. De momento, permanecerán detenidos hasta la fecha de la próxima audiencia, prevista para el 25 de enero del 2017.

INDIGNACIÓN GENERALIZADA

El fiscal consideró que no era idóneo dejarlos en libertad provisional a la espera de juicio atendiendo a la "indignación" generalizada que han provocado los sucesos y el riesgo que corre la víctima de ser intimidada por los agresores en el caso de que éstos quedaran en libertad. A la salida del juzgado, la víctima ha sido aclamada por los manifestantes, en su mayoría negros.

Muchos han visto destrozado estos días el espíritu de reconciliación por el que tanto luchó Nelson Mandela.