"Abdelhak no vendrá hoy a trabajar"
Arbúcies es un pueblo demasiado pequeño para que los vecinos no se conozcan todos de vista. Pero a Abdelhak, de 34 años, y a Omar, de 22, los dos hombres de origen marroquí detenidos este miércoles por la Guardia Civil, los conocen mejor que eso.
Abdelhak está casado con Mònica, una mujer de Arbúcies con quien tiene dos hijas, de 7 y 4 años. Las dos nacieron aquí, estudian en la escuela del municipio y van al casal de verano que monta el ayuntamiento. De hecho, Mònica trabaja en el consistorio, como asistenta de limpieza. Esta mediodía, cuando han terminado el registro de su domicilio y se han llevado a su marido, la mujer se ha quedado esperando junto al portal a que los policías la sacaran de allí cuanto antes. Ahora le tocará responder muchas preguntas en el pueblo sobre las graves acusaciones que pesan sobre Abdelhak. Este miércoles, sin embargo, no ha querido decir nada. “Todavía no puedo”, ha conseguido articular.
PINTOR DE AUTOCARES
Abdelhak lleva más de 10 años empleado en una de las cuatro empresas que fabrican autobuses en Arbúcies. “Es un buen trabajador”, subrayan con los ojos como platos en esta compañía. Su puesto consiste en dar las capas finales de pintura a la chapa de los vehículos y poner “los rotulados”. El responsable de la empresa ha recibido una llamada de la Guardia Civil a primera hora que le ha notificado que Abdelhak no vendría “a trabajar” este miércoles. En el municipio ya ha había corrido como la pólvora el motivo que justificaba su ausencia.
Los hermanos El Jelaly son cuatro. Abdelhak es el penúltimo y Omar, el otro arrestado, el más pequeño de todos. Este último vivía en un domicilio cercano al de su hermano Abdelhak. Compartían gimnasio, el Coliseo Gym. Omar no tenía un trabajo fijo y lo describen como un joven -aparentemente- más pendiente de disfrutar de la vida que de la religión musulmana. El suyo era un caso “más típico” de las dificultades que a veces encuentran los jóvenes de origen emigrante para hacerse un hueco en el mundo laboral.
El responsable del gimnasio notó que después del último viaje de Abdelhak a Marruecos, este volvió cambiado. En el Facebook comenzó a colgar mensajes en árabe -algo que no había hecho apenas hasta encontes- y optó por apartarse del grupo y entrenarse en solitario. Tanto él como Omar practican kickboxing, un arte de combate que Abdelhak ya conocía antes de llegar a España.
HERMANO MUERTO EN SIRIA
Había un tercer hermano que también se había buscado la vida en Arbúcies, Bacher. Estaba casado, tenía dos hijos, de 3 y 5 años, y parecía tan adaptado como Abdelhak. Había regentado una carnicería, atendido en la tienda de la gasolinera del pueblo y de conductor de autobuses. De repente, levantó su campamento y regresó a Marruecos con toda la familia. A los seis meses corrió por el pueblo una noticia que les costó de creer tanto como las detenciones de este miércoles: Bacher había muerto en la Yihad.
- Primera sentencia de un TSJ que aplica la doctrina europea y obliga a hacer fijo a un interino en fraude
- Pedro Sánchez, en directo | comparecencia y última hora de la posible dimisión
- Las lluvias en Catalunya dejan los pantanos por encima del 18%
- Candela Peña: "Es muy difícil encontrar a compañeros heterosexuales que no sientan que les pisas la cola del vestido
- Poner la percha al revés en el armario: la solución que cada vez copia más gente y que tiene bastante sentido
- Cambios para jubilados y pensionistas: esta es la última subida en las prestaciones
- Zona comercial y 750 viviendas: el futuro Hospital Comarcal del Vallès 'creará' un nuevo barrio en la comarca
- El aviso de Hacienda a las empleadas del hogar: cambio desde este mes de abril