"Atacó en un McDonald's porque quería vengarse de chicos como él"
Antonio Baquero
Periodista
Antonio Baquero
ANTONIO BAQUERO / BARCELONA
Intentar explicar un acto de barbarie atroz. Cada vez que se produce un asesinato múltiple, las preguntas se agolpan, intentando encontrar las razones que llevan a los autores a cometer auténticas carnicerias. Con la matanza de Múnich ocurre lo mismo. ¿Por qué Alí Sonboly decidió acudir con una pistola semiautomática a un McDonald's y abrir fuego contra niños y adolescentes?
En base a las escasas informaciones sobre la vida del asesino y a partir del estudio del desarrollo de lo ocurrido, EL PERIÓDICO ha consultado a Àngel Cuquerella, psicólogo forense y estudioso de la violencia en transtornos de personalidad. En su opinión, hay algunos elementos muy importantes. "Este tipo de asesinos son personas que han acumulado un gran resentimiento hacia la sociedad y hacia su entorno. Con esas acciones violentas, lo que pretenden es vengarse", comenta Cuquerella.
El propio Sonboly dio a entender que había sufrido algún tipo de acoso en los gritos que profirió a unos vecinos que le increpaban. "Gente como vosotros me acosó y ahora tengo que comprar una pistola", dijo. Cuquerella llama la atención sobre el lugar elegido. "Escogió atacar en un McDonald's. No solo porque en un lugar cerrado podía maximizar el daño si no porque era un lugar al que va gente joven como él. Quería matar a sus semejantes. Como el no pudo ser 'normal' decidió vengarse de gente que, a su juicio, sí es 'normal'", añade el psicólogo.
La policía ha señalado que Sonboly era un obseso de las matanzas, que estaba fascinado por asesinos múltiples y que era un gran aficionado a los videojuegos violentos. "Seguramente esos juegos no solo le satisfacían y le permitían dar salida a sus fantasías, si no que fueron para él un medio de aprendizaje", comenta Cuquerella, que señala quela acumulación de odio y resentimiento lleva a lo que en terminología especializada se señala como 'acting-out'. "Es el momento en que todo explota y esa persona pasa a la acción", comenta y precisa: "Esto suele pasarles a personas que no conseguir canalizar su rabia de ningún modo y que acaban estallando".
PRECEDENTE EN GERMANWINGS
La prensa alemana sostiene que Sonboly sufrió que se conoce como el síndrome Amok, una explosión de violencia asesina, siempre individual, que lleva a la persona a armarse y a lanzarse a una acción salvaje y homicida. Tras el siniestro del avión de Germanwings, causado por el copiloto que estrelló intencionadamente el aparato, los medios alemanas señalaron qeu Andreas Lubitz también era preso del síndrome Amok.
En la mayoría de ocasiones, el ataque va precedido de un periodo en que esa persona se encuentra en un estado depresivo. Según los especialistas en este síndrome, que fue acuñado en 1972 por psiquiatra estadounidense Joseph Westermeyer, tras el episodio violento el individuo se queda desfondado y no es raro que, como en el caso de Sonboly, se suicide. Westermeyer tomaba el nombre el término malayo 'amuk', que significa rabia incontrolable y que fue recogido por los colonizadores ingleses y llega a aparecer incluso en textos del escritor Rudyard Kipling.
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