La ONU confirma que el Estado Islámico cometió genocidio contra los yazidís

El grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha cometido un crimen de genocidio contra la comunidad yazidí, según ha denunciado este jueves la Comisión de investigación de la ONU sobre las atrocidades perpetradas en Siria.

El grupo de expertos en derechos humanos también ha confirmado que los yihadistas del EI cometieron "múltiples" crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra contra los yazidís, "muchos de ellos aún cautivos en Siria donde son sometidos a los más inimaginables horrores", según la comisión.

Asimismo, denuncia que más de 3.200 mujeres y niños yazidís todavía están en manos del EI, que utiliza a las mujeres como esclavas sexuales y adoctrina a los menores como militantes del grupo yihadista para utilizarlos en combate.

La Comisión constata en su informe que "miles" de niños y hombres de la comunidad han desaparecido. Los yazidís son una comunidad étnico-religiosa kurda asentada en el norte de Irak y de Siria desde hace milenios, y conformaban un grupo de unas 400.000 personas antes de ser atacadas por el EI.

ENTREVISTAS CON SUPERVIVIENTES

El informe se centra exclusivamente en las atrocidades cometidas en Siria por el EI y está basado en 45 entrevistas con supervivientes, líderes religiosos, contrabandistas, activistas, abogados, personal médico y periodistas.

El pasado enero, un informe publicado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y por la Misión de la ONU en Irak (UNAMI) alertó de que las violaciones cometidas por el grupo terrorista en ese país constituían un "posible genocidio".

Según el texto de la Comisión sobre los crímenes cometidos en Siria, "el EI ha querido destruir a los yazidís a través de asesinatos, esclavitud sexual, esclavitud, tortura y trato inhumano y degradante, la imposición de medidas para evitar el nacimiento de niños de la comunidad, conversión forzada de adultos y traumas mentales", entre otras vejaciones.

NIÑOS SEPARADOS DE SUS FAMILIAS

La Comisión documenta cómo los niños yazidís han sido separados de sus familias para ser criados lejos de su comunidad, sus valores y su religión, con el objetivo de arrebatarles su identidad. "Las declaraciones públicas y la conducta de los combatientes del EI demuestran claramente que quería destruir a los yazidís de Sinjar, donde se encuentra la mayoría de la población yazidí del mundo".

Ante estas evidencias, la Comisión solicita una vez más al Consejo de Seguridad de la ONU "que refiera el caso al Tribunal Penal Internacional, o que establezca un tribunal ad hoc con la jurisdicción geográfica y temporal pertinente". "El genocidio de los yazidís continúa", concluye el texto.