Los países del Golfo declaran terrorista a Hizbulá

La medida se enmarca en la guerra fría que mantienen Arabia Saudí e Irán en Oriente Próximo

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ANA ALBA

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Los estados miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) han declarado este miércoles “terrorista” al brazo militar del movimiento chií libanés Hizbulá. La decisión es otro claro golpe a este grupo, que combate junto a las fuerzas del régimen de Damasco en la guerra de Siria y es aliado de Irán, la potencia rival de Arabia Saudí en Oriente Próximo.

Los seis miembros del CCG -Emiratos Árabes Unidos (EAU), Arabia Saudí, Baréin, Kuwait, Omán y Catar- decidieron “considerar a las milicias (de Hizbulá) como una organización terrorista”, según ha indicado el secretario general del CCG, Abdulatif al Zayani, en un comunicado.

El CCG, dominado por países sunís, ha alegado que ha tomado la decisión por las "continuas acciones hostiles de los miembros de estas milicias para reclutar jóvenes de los países del CCG con el fin de lanzar operaciones terroristas".

SIRIA, YEMEN E IRAK

Zayani se refirió a “los actos terroristas y de incitación (del brazo armado de Hizbulá) en Siria, Yemen Irak”, que según él, amenazan la seguridad de los árabes y “se contradicen con los valores, los principios éticos y la legislación internacional".

Además, acusó a Hizbulá de llevar a cabo contrabando de armas y explosivos, generar discordias, instigar el caos y la violencia, "lo que supone una flagrante violación a la soberanía, la seguridad y la estabilidad de los países del CCG".

"SE TOMARÁN MEDIDAS"

Zayani señaló que los seis países "tomarán las medidas oportunas para aplicar esta decisión de acuerdo con las leyes especiales que regulan la lucha antiterrorista".

La tensión entre los países árabes del Golfo y el Líbano ha aumentado desde que a finales de febrero, Arabia Saudí suspendiera una ayuda militar al Líbano por valor de 4.000 millones de dólares en material procedente de Francia.

Riad tomó esta medida tras acusar a Beirut de no haber condenado los asaltos contra dos legaciones diplomáticas saudís en Irán. Numerosos manifestantes incendiaron la embajada y el consulado de Arabia Saudí en Teherán después de que las autoridades saudís ejecutaran, el pasado enero, al clérigo chií opositor Nimr Baqir al Nimr.

GUERRA FRÍA EN ORIENTE PRÓXIMO

Esta ejecución provocó una fuerte crisis entre las dos grandes potencias rivales, Irán, chií, y Arabia Saudí, suní, que se enfrentan indirectamente en conflictos como el de Siria y el Yemen. Riad cortó relaciones diplomáticas con Teherán.

El aumento de la tensión entre los dos enemigos ha acabado afectando al Líbano. Cuando Riad anunció que suspendía la ayuda militar a este país, los saudís señalaron que habían notado “posiciones libanesas hostiles resultado del dominio de Hizbulá en el Estado”.

Arabia Saudí hizo referencia a la negativa del Líbano a sumarse a la condena del ataque a las misiones diplomáticas saudís en Irán que llevaron a cabo la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica.

TENSIÓN CON LÍBANO

La semana pasada, Riad instó a sus ciudadanos a abandonar el Líbano y les aconsejó que eviten viajar a este país. Además, decretó sanciones contra Hizbulá y congeló los bienes y prohibió las transacciones con tres personas libanesas y cuatro empresas.

Catar y Kuwait emitieron advertencias similares y EAU fue más allá y prohibió a sus ciudadanos que visiten Líbano, además de reducir la representación diplomática que tiene allí.

Las monarquías del Golfo sancionaron a Hizbulá en el 2013, cuando retiró permisos de residencia de miembros del grupo en esos países y puso fin a los negocios y a la actividad financiera que tenían en ellos en represalia por su participación en la guerra de Siria en apoyo al presidente sirio, Bashar el Asad.

Arabia Saudí y Catar apoyan a los grupos rebeldes que luchan contra Asad y han financiado a algunos de ellos, especialmente a formaciones islamistas.

El líder de Hizbulá, Hasan Nasrala, subrayó ayer, en un discurso televisado, que Arabia Saudí “no tiene derecho a sancionar al pueblo libanés porque una parte particular ha adoptado cierta posición”, en referencia al grupo que encabeza.

"El Líbano ha entrado en una nueva fase de conflicto político que (Arabia Saudí) intenta agravar", dijo Nasrala. "Hizbulá es el problema de Arabia Saudí, digamos las cosas de modo claro, y aceptamos asumir la responsabilidad que esta situación implica", recalcó Nasrala, y criticó el papel de Riad en los conflictos de Siria, Irak y el Yemen.