La espiral de violencia en Turquía llega a Estambul

La ola de atentados en todo el país deja una decena de muertos

JAVIER TRIANA / ESTAMBUL

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La espiral de violencia desatada tras la ruptura de la tregua entre el Gobierno y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha recorrido este lunes Turquía y ha llegado a Estambul, sacudida por varios atentados e incidentes. En todo el país han muerto una decena personas, en atentados de distintos grupos armados.

La campanada que marcaba este lunes la una de la madrugada en Estambul la dio un coche bomba al explotar frente a la comisaría de policía del barrio de Sultanbeyli. El estallido diez heridos y dañó la comisaría y los edificios circundantes. Posteriormente, al amanecer, durante las labores de investigación en la zona atacada, varios asaltantes aparecieron en el lugar del suceso y comenzó un intercambio de disparos en el que perdieron la vida tres personas: el jefe del dispositivo de investigación y dos de los atacantes. El diario turco Hürriyet informó de que el nuevo grupo izquierdista Unidad de Defensa del Pueblo se había atribuido la autoría del ataque, en el que habrían muerto cuatro de sus miembros.

Las horas siguientes no fueron mejores. El consulado de Estados Unidos, ubicado en el barrio estambulí de Sariyer, fue el escenario de otro tiroteo, en el que dos personas -un hombre y una mujer- dirigieron su fuego contra el edificio y huyeron cuando la policía respondió. La mujer, que se refugió en un edificio vecino a su huida, fue apresada por los agentes poco después. Identificada como Hatice Asik, la detenida sería miembro del grupo armado marxista Frente del Partido de Liberación Popular Revolucionaria (DHKP-C), agrupación que ya atentó contra la Embajada de EEUU en Ankara y mató a un guardia de seguridad. El propio DHKP-C reclamó para sí la autoría del ataque a través de un comunicado publicado en internet. Este grupo ha sido uno de los más castigados por las fuerzas de seguridad turcas desde que estas comenzaran, el pasado 24 de julio, una amplia operación antiterrorista, contra células del Estado Islámico (EI) en Turquía, pero que ha alcanzado sobre todo sobre todo a la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). además e en el propio DHKP-C.

El este del país, territorio habitado mayoritariamente por el pueblo kurdo, tampoco se libró de episodios violentos En la provincia suroriental de Sirnak, en el distrito de Silopi, cuatro policías turcos resultaron heridos de gravedad cuando una mina hizo saltar por los aires el vehículo en el que viajaban. Más tarde, perderían la vida en el hospital. El PKK fue el responsable del atentado, tres días después de un enfrentamiento en el mismo Silopi entre las fuerzas de seguridad y el ala juvenil del grupo.

Contra el Ejército

También en la región de Sirnak, miembros del PKK dispararon con lanzacohetes a un helicóptero del Ejército de Turquía cuando el aparato estaba desplegando personal militar en el distrito de Beytüssebap. Un soldado, que acababa de terminar el servicio militar obligatorio, murió en el ataque, y otro resultó herido. La aviación turca no tardó en bombardear las posiciones del PKK en la zona.

También el PKK estuvo a cargo de otro ataque más en el este, en la provincia de Diyarbakir. Una comisaría fue el objetivo del armamento pesado disparado por la guerrilla kurda, que abandonó el lugar en un vehículo, el cual después sufrió un accidente y obligó al grupo a huir a pie campo a través. Más o menos de manera simultánea, otros guerrilleros se enfrentaron brevemente a la policía. Varios equipos policiales fueron desplegados en la zona para apresar a los asaltantes.

La ruptura de la tregua entre Ankara y el PKK el mes pasado ha desembocado en una mortífera espiral de violencia, en especial desde que el Gobierno inició su operativo antiterrorista, que ha castigado los cuarteles generales del PKK en el norte de Irak mediante recurrentes bombardeos. La milicia kurda, por su parte, acusa al Gobierno turco de dar cobertura al EI, también objetivo de estas operaciones, pero hasta ahora mucho menos afectado. Un intercambio de acusaciones que se produce cuando el liderazgo del partido pro-kurdo HDP ha pedido «que se silencien las armas. Sus dos cabezas visible y otros miles de personas se manifestaron el domingo en Estambul en un acto por la paz. Una paz de momento improbable.