El reparto obligatorio de refugiados todavía divide a la UE

Las posturas no han cambiado. Los 28 gobiernos europeos están de acuerdo en que «hay que dar un apoyo especial» a los países que como Italia o Grecia sufren la presión migratoria en primera línea. Sin embargo, siguen divididos en si la reubicación de refugiados sirios y eritreos propuesta en la nueva agenda de inmigración debe ser obligatoria, como pide Bruselas, o solo voluntaria como exigen España y muchos países del este de Europa. «Hay divergencias de opinión. No hay una posición común y también hay divergencias sobre los criterios que deben utilizarse para calcular las posibles cuotas», admitió el ministro de Interior de Letonia, Rihards Kozlovskis, en nombre de la presidencia de la Unión Europea al término del Consejo celebrado este martes.

El plan contempla el reparto obligatorio de 40.000 solicitantes de asilo que lleguen a las costas de Italia y Grecia en los próximos dos años sobre la base de cuatro criterios: PIB, población, tasa de paro y esfuerzos pasados. Una clave que disgusta a muchos países, entre ellos a España --tendría que acoger a casi 4.300 demandantes de protección-- que considera que también debe tenerse en cuenta el trabajo que realizan los gobiernos para controlar sus propias fronteras.

REIVINDICACIÓN ESPAÑOLA

«No se está produciendo un drama humanitario en la fachada occidental del Mediterráneo y en el Atlántico porque España está haciendo un esfuerzo de solidaridad y de responsabilidad cada día. No llega ni un solo cayuco desde Marruecos, Senegal o Mauritania. Toda esa realidad debe tenerse en cuenta», reivindicó el titular de Interior español, Jorge Fernández Díaz.

Según el ministro, de la primera discusión que mantienen sobre el tema salen tres grupos. Para empezar los países que apoyan la propuesta: Italia y Grecia. En segundo lugar, los que apoyan el texto aunque con matices, entre ellos Francia o Alemania, y en tercer lugar los más críticos, que defienden la voluntariedad del nuevo sistema. Diferencias importantes que harán que el tema pase ahora de nuevo a la mesa de los jefes de Estado y de Gobierno para que apunten la orientación política a seguir en el próximo Consejo Europeo del 25 y 26 de junio.

La Comisión Europea volvió a recordar este martes, sin embargo, que «la solidaridad no puede ser voluntaria» porque en el pasado ya se ha demostrado que no ha funcionado. «El mecanismo de reubicación no puede hacerse a la carta. Todo el mundo tiene que entender que tiene que asumir su responsabilidad», urgió el comisario Dimitris Avramopoulous, que se mostró optimista con la posibilidad de cerrar un acuerdo antes de final de julio.