CUMBRE ANUAL DE LOS PODEROSOS

El G-7 apuntala las sanciones y la política de mano dura con Rusia

La crisis con Moscú y la situación griega copan la agenda de la reunión en Alemania

Barack Obama y Angela Merkel comparten una cerveza bávara en un ambiente distendido, ayer.

Barack Obama y Angela Merkel comparten una cerveza bávara en un ambiente distendido, ayer.

FERRAN PORTA / BERLÍN

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Si algo destaca de entrada en la cumbre del G-7, iniciada este domingo en Alemania, es que los grandes temas se hablan en presencia de solamente algunas de las partes afectadas, que no todas. La exclusión del presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, caído en desgracia desde la anexión de la península de Crimea en marzo del 2014, no ha sido óbice para que el papel de Rusia en el conflicto ucraniano ocupe el papel preponderante en la mesa de discusión.

Las primeras declaraciones y gestos tuvieron lugar antes incluso del inicio oficial de la cumbre. La anfitriona, Angela Merkel, y el mandatario norteamericano, Barack Obama, optaron por dejar de lado los recientes escándalos de escuchas por parte de la la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de los Estados Unidos y de los Servicios de Inteligencia de Alemania (BND). Durante un encuentro informal, que tuvo lugar en un bucólico entorno de montaña, en plenos Alpes, Merkel se refirió a Estados Unidos como un país «amigo y socio muy importante». «Coooperamos porque nos necesitamos mutuamente y porque así lo queremos», afirmó.

La guerra de Ucrania

En una breve comparecencia durante este encuentro informal, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quso dejar claro que «las agresiones rusas en Ucrania» son una de las prioridades en la agenda de los altos mandatarios reunidos en el palacio de Elmau. Su posición fue compartida por el presidente del Consejo de Europa, Donald Tusk, quien fue tajante: «Si alguien quiere empezar a hablar de un cambio respecto al régimen de sanciones (a Rusia), será en todo caso acerca de su endurecimiento». Y por supuesto, tampoco Merkel se salió del guión: en una entrevista concedida a la televisión pública ARD, la cancillera alemana descartó por el momento el regreso de Rusia al G7/G8. Según Merkel, con Rusia hay una «barrera» respecto a los valores que comparten los estados que forman el exclusivo grupo, que difícilmente puede ser sorteada.

Durante la misma entrevista, Merkel se refirió a otro de los grandes temas de la cumbre del G7: la crisis financiera que afecta a Grecia. Al respecto, la cancillera ha manifestado que «queda aún mucho trabajo por delante, pero queremos intentar hacer todo lo posible» para encontrar una solución. La mandataria alemana quiso remarcar que la «condicionalidad» y la solidaridad van de la mano en Europa.

Protestas por la cumbre

Aunque la reunión oficial ha empezado hoy, las protestas por el encuentro del G7 se iniciaron el pasado viernes. Inicialmente pacíficas, ayer sábado terminaron con encontronazos entre policía y manifestantes, ocho de los cuales fueron detenidos. Además del papel que juega Europa en el tablero ucraniano, así como respecto a la crisis griega, el futuro tratado de libre comercio entre la UE y los Estados Unidos (TIPP) ha sido otro de los temas que ha provocado las protestas.