Avería en las sondas o atentado, dos posibles hipótesis de la tragedia

Dos Airbus similares sufrieron descensos bruscos, y uno de ellos se estrelló, a causa de un fallo en los sensores de velocidad y altura

Se estrella en los Alpes un avión que salió de Barcelona con destino a Dusseldorf

Se estrella en los Alpes un avión que salió de Barcelona con destino a Dusseldorf / BS/jm

ÓSCAR HERNÁNDEZ / BARCELONA

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El accidente del avión de Germanwings siniestrado ayer en los Alpes apunta hacia, al menos, dos posibles causas a falta de que trasciendan los datos recogidos en las cajas negras y los que durante el vuelo recibieron tanto la compañía como el fabricante Airbus. Sí parece claro que el vuelo 4U9525 se estrelló después de que los pilotos perdieran su control, ya que no hay constancia de que modificaran la trayectoria antes del accidente. El aparato se estrelló después de perder altura y velocidad de forma continua durante unos 10 minutos. Y esa pérdida de control en un avión tan sofisticado como el Airbus sólo es posible por una avería mecánica, que confundiera a los pilotos y hasta al propio sistema automático de alertas en vuelo, o por un atentado terrorista.

AVERÍA MECÁNICA: LAS SONDAS

Un piloto experimentado de Airbus, tanto en vuelos europeos como transoceánicos, ha explicado que los tripulantes pudieron perder el control del avión a causa de una avería en las sondas que registran la altitud y la velocidad del aparato e informan de ellas a los pilotos. El fallo podría haberse producido por la congelación de estos detectores, lo que causó el pasado noviembre un descenso brusco de otro avión Airbus de la compañía Lufthansa cuando volaba de Bilbao a Múnich. Un fallo en unas sondas similares causó la caída de un avión de Air France en aguas de Brasil en junio del 2009, lo que provocó la muerte de 228 personas. La congelación de las sondas impide a los tripulantes gobernar el aparato, ya que reciben datos equivocados de las dos variables más importantes para mantener el vuelo y tomar decisiones. "Un piloto puede decidir disminuir la velocidad si una sonda afectada por la congelacioón indica que vuela demasiado rápido. Al reducir la velocidad, el avión puede entrar en pérdida y caer", indica el comandante.

DESPRESURIZACIÓN DE LA CABINA

Otra de las causas que puede provocar un descenso inmediato del avión es que se produzca una despresurización de la cabina, por una fisura en el fuselaje o la apertura de una puerta. En ese caso los pilotos proceden a descender rápidamente a una altura de unos 3.000 metros para entrar en una atmósfera exterior rica en oxígeno. La reserva de oxígeno que se facilita por las mascarillas suele tener autonomía para unos 20 minutos. En el supuesto de que este hubiera sido el caso, el comandante habría bajado a 3.000 metros rápidamente, pero hubiera mantenido el vuelo a esa altura hasta aproximarse al aeropuerto más cercano a través de la denominada  ruta de escape, pactada ya desde el inicio del vuelo y que permite esquivar las montañas en un itinerario como el que atraviesa los Alpes.

EL ATENTADO TERRORISTA

La hipótesis del atentado terrorista es muy improbable debido al elevado nivel de seguridad de los aeropuertos. Sin embargo, un ataque en la cabina del avión, que matara a los tripulantes, podría causar que el avión entrara en pérdida, es decir que perdiera potencia y se estrellara en una caída gradual, según las fuentes consultadas.  Lo mismo podría ocurrir si los pilotos fueran inutilizados y alguien se hiciera con los mandos e interrumpiera el vuelo comandado. Sin embargo esta posibilidad, según las fuentes consultadas, carece de fuerza, ya que a los controles de seguridad hay que sumar que todos los vuelos comerciales disponen de cabinas de tripulación blindadas para impedir una intrusión forzada durante el vuelo, medida que se generalizó a raíz de los atentados con aviones de Nueva York. En la hipótesis del atentado también estaría la de una explosión a bordo, aunque no parece factible, ya que el aparato no estalló en el aire ni los testigos vieron señales de humo o fuego en el mismo antes de la colisión. La ausencia de reivindicación alguna también permite descartar esta hipótesis.